Page 24 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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Prólogo 25
a la legalidad de la vida democrática radical y la responsabilidad
política comprometida y responsable con el país pasó a los sóta-
nos oscuros y sucios de los dueños del poder político, económico y
social; el combate a la corrupción y a todo tipo de discriminación
llevó a la confusión entre las políticas educativas impuestas y la fi-
losofía política educativa, éticamente responsable y solidaria con el
otro(a), para la formación de un ser humano armónico e integral,
constituyente ontológica y filosóficamente.
La educación por competencias marginó la participación del
sujeto educativo para convertirlo en medio y no en fin del proceso
extraordinario del “arte de educar”, es decir, se convirtió a los
educandos en mediación, en objetos, en cosas prescindibles y des-
echables, lo cual rompe y margina los principios filosóficos de la
antropoética educativa, donde el ser humano(a) es el centro y fun-
damento.
Ahora cobran mayor fuerza los proyectos alternativos de las dos
escuelas racionalista y autogestionaria porque buscaban la educa-
ción integral y armónica del ser humano, que implica el compro-
miso y la responsabilidad ética y política de llevar “la comunidad
a la escuela y la escuela a la comunidad” en equilibrio armónico
e integral del ser humano, que rescata el reconocimiento entre las
humanidades y el humanismo, el proceso económico productivo y
el respeto por la libertad y la autonomía en las relaciones sociales,
económicas y productivas.
Los métodos se implementaron, como métodos elementales, funda-
dos en una educación integral, en el caso de la Escuela Racionalista y
de la Educación Productiva en el caso de la Escuela Ayllu, se funda-
ron en una articulación equilibrada y armónica de granjas y talleres
industriales, en la productividad agrícola, en el desarrollo intelectual
(escritural), con la finalidad de un horizonte común: formar individuos,
hombres y mujeres libres y capaces para realizar y practicar el bien común. Por
tales consideraciones, ambos proyectos pedagógicos no fueron pre-
ceptistas, sino orientadores: educaron en la diferencia y la igualdad,