Page 27 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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sobre un problema común: la educación, lo que puede propiciar y
permitir romper con las cadenas de la corrupción, la exclusión, la
pobreza, el racismo, el hambre, los populismos de muy diverso ca-
rácter; como con los problemas de género como el autoritarismo,
la antidemocracia, el totalitarismo, la violencia, el crimen orga-
nizado, etc., con todo aquello que lleva implícita la biopolítica, en-
tendida como mediación y utilización de los seres humanos como
objetos, cosas, ejercido a través de la política, el poder y el dominio
de los cuerpos y de las almas, por las clases y grupos de poder real,
organizaciones criminales, mafias, crimen organizado, narcotráfi-
co y un largo etcétera.
Es importante reconocer que las generaciones que nos han pre-
cedido lucharon por darnos un mundo más justo y humano, esta
es una convención humana responsable necesaria de compromiso
y convivencia con todos(as) los seres humanos, donde la filosofía de
la educación juega un papel central, porque persigue el desarrollo
humano, individual, social, colectiva, comunitaria y éticamente.
Puede decirse que:
Las generaciones humanas forman la comunidad de la humanidad
en el tiempo, y ésta consiste en la sucesión de las generaciones. Dicha
comunidad en el tiempo es, pues, una comunidad verdaderamente
humana cuando reina la justicia entre las generaciones y se respeta el
hipotético “contrato generacional”. En nuestra situación actual hay
que respetar, ante todo, los derechos de los niños y de las genera-
ciones venideras, porque, por una parte, los niños son los miembros
más débiles de la cadena generacional y, por otra, las generaciones
venideras, que aún carecen de voz, serán las primeras víctimas de la
actual situación. 11
11 Jürgen Moltmann, La justicia crea futuro. Política de la paz y ética de la creación en
un mundo amenazado, Santander, Sal Terrae, 1989, p. 25.