Page 272 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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V. Plan-Programa de la Escuela Racional 277
mecanismo para la perpetuación del patriarcado, recluyendo a la
mujer a esferas sociales privadas (hogar, familia, maternidad, etc.).
La coeducación era la realización concreta y de gran significado
de la pedagogía racional, porque era la que más se oponía a las
costumbres y prejuicios vigentes en la sociedad, la aceptada natu-
ralidad determinista de la división de roles por razón de sexo y la
que más se enfrentaba con la tradición educacional y los principios
de la religión católica.
Frente a la religión y la Iglesia católica, que se oponían a la edu-
cación mixta porque fomentaba “una moral fundada en la promis-
cuidad,” el plan-programa de la Escuela Racional de Chumino-
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polis se fundó en el naturalismo, negaba el pecado original y esta-
blecía una igualdad de géneros. Desde la temprana y prolongada
convivencia escolar de niños y niñas se hacía posible el mutuo co-
nocimiento y el recíproco respeto entre los sexos. La apuesta por
la educación mixta llevaba implícito el principio revolucionario an-
tipatriarcal; pretendió eliminar cualquier desigualdad social entre
mujeres y hombres luchando contra cualquier sometimiento, sea
entre individuos o entre grupos, y de forma paralela permitió el de-
sarrollo cultural de las mujeres, en cuanto a que su incorporación
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activa era fundamental para la construcción de una nueva sociedad.
Era quizás la única forma de establecer un equilibrio en el
hombre y en la mujer. Educar en la diferencia, en la igualdad, en
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64 Sobre la moral de la educación mixta y la doctrina católica, véase las En-
cíclicas de León XIII “Immortale Dei” y “Sapientiae christiane” (de 1885 y 1890
respectivamente), publicadas por el Boletín Eclesiástico del Arzobispado de Yucatán,
principalmente del año VII y VIII (1912), así como del año IX (1913), y las opi-
niones vertidas por el arzobispo Martín Tritschler y Córdoba.
65 “La economía se aprende actuando, las niñas desempeñando en la escuela
las artes domésticas para gastar nada y comer mucho por el trabajo discurrido,
pero nunca hacer de meros adornos sociales, profesiones para ir a mendigar em-
pleos”. Oriente. Órgano de la Escuela Racional, Mérida, vol. II, núm. 4, diciembre de
1918, p. 8.
66 “[La mujer] sin prejuicios religiosos, ni vanidades de salón, apta para bas-
tarse a sí misma y para pugnar en las luchas colectivas por el triunfo de la justicia