Page 34 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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36 Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis)
educativos, mismos que fueron representados en sus prácticas co-
lectivas y comunitarias.
Mirados a partir de sus despliegues particulares, los dos proyec-
tos fueron utopías educativas, comprendidas como horizontes his-
tóricos que orientaron en oposición a la realidad de la época. Estas
dos escuelas fueron realizaciones históricas, se volvieron concretas,
ambas construyeron proyectos educativos de índole política, que
enfrentaron al sistema educativo vigente. Así, su proceso episte-
mológico radicó entonces en dos opciones utópicas pero posibles,
que no evadieron la historia y su circunstancia, sino que, desde
la autogestión, la capacidad de sus participantes para la transfor-
mación, desde una dinámica de creación y acción, ofrecieron y
construyeron otra alternativa a al proceso de educación vigente.
En este libro analizamos la forma en que los participantes de
ambos proyectos a través de su circunstancia y de los programas
pedagógicos tuvieron que actuar no sólo en la realidad, sino en
el ser humano concreto. Su mecanismo de actuación fue a través
de la experiencia pedagógica sui géneris porque se distanció de for-
mas paternalistas y excluyentes; su intención fue contribuir desde
las aulas a la realización de la gran utopía igualitaria y libertaria,
para ello no bastó con cambiar la sociedad en la cual se circuns-
cribieron sus escuelas. No sólo había que trastocar la estructura
socioeconómica, Debieron actuar tanto en ese ámbito como en el
del individuo concreto, en un espacio y tiempo propios de América
Latina, formando parte de las circunstancias particulares en que
cada experiencia educativa se desarrolló.
En el territorio de la península yucateca el pensamiento educati-
vo anarcocomunista se repensó y se adaptó a la realidad mexicana,
mientras que en el altiplano boliviano el conocimiento pedagógico
se articuló con las tradiciones, saberes y conocimientos de las co-
munidades aimaras y quechuas.
El acto y la práctica pedagógica desde un mismo nivel, en una
relación de horizontalidad y sin jerarquizaciones, se articuló con la
ética y la política. La educación no sólo se manifestó en la teoriza-