Page 57 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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I. Acracia y pedagogía 59
ritario. La exaltación radical de la destrucción del sistema vigente
no supone una exaltación de la violencia, siempre se buscará me-
dios más puntuales y más integrales como la propaganda y/o la
educación.
En esta moral del anarcocomunismo, la igualdad no se identi-
fica como un convenio, un pacto mecánico y uniforme, no es una
igualdad homogénea y alienante como explicó M. Bakunin:
La igualdad no implica ni la nivelación de las diferencias individuales,
ni la identidad moral, intelectual y física de los individuos. Esta di-
versidad de capacidades y de fuerzas, esta diferencia de naciones, de
razas y de sexos, de edades y de individuos, lejos de ser un mal social,
constituye, por el contrario, la riqueza de la humanidad. La igualdad
y la justicia reclaman únicamente una organización de la sociedad tal
que todo individuo humano que nace a la vida encuentre en ella, en
tanto que dependiente no de la naturaleza sino de la sociedad, medio
iguales para el desarrollo de su infancia y de su adolescencia hasta su
adultez.
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El anarcocomunismo no anula a las personas, no se diluyen en el
seno de la colectividad. Su crítica será contra el pensamiento libe-
ral, y la moral que éste difunde, cuyos códigos acentúan la liber-
tad individual y olvidan la libertad comunitaria, transformando el
apoyo mutuo en la lucha donde sólo los más fuertes triunfan. Se
critica al comunismo autoritario o socialismo estatal porque se ve
en él una peligrosa anulación de la libertad individual. El blanco
central de su crítica moral será la inmoralidad, que se manifiesta
en la falta de solidaridad, el espíritu de competición y de lucha, el
deseo de triunfo a costa de los demás, como eje del sistema capita-
lista, donde el dinero es el paradigma de lo que ofrece este sistema,
por lo que siempre se propone la supresión del dinero en las nuevas
sociedades.
27 Bakunin, La libertad, cit., p. 132.