Page 59 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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I. Acracia y pedagogía  61




            como partidarios de la organización del futuro. Desde esta varia-
            ble se concibe la utopía desde un nivel operante en la sociedad,
            es decir, desde un nivel epistémico,  y colocan en el horizonte un
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            modelo general de sociedad que ofrezca un cambio radical de la
            misma. La vertiente en contra, conocida como vertiente espon-
            tánea, antiorganizativa, se identifica con los postulados del anar-
            quismo individualista, quienes ven en la utopía prefigurada una
            construcción mental rígida que asfixia la creatividad y anula lo
            espontáneo.
               La utopía  se comprenderá  como un camino que  orienta  la
            acción, algo deseable en cuanto necesaria. Anteriormente a los
            análisis de Karl Mannheim, el ácrata alemán y judío Gustav Lan-
            dauer vió en la evolución social una relación dialéctica entre topía
            y utopía. La topía representa el conjunto de la vida colectiva de los
            hombres, considerados en una relativa estabilidad. Esta topía se
            transforma bajo la acción de una utopía, magma de aspiraciones
            y esfuerzos individuales, que se fundan en el entusiasmo de un
            periodo de ebullición y se organizan en la voluntad de crear una
            nueva topía, diferente en sus puntos esenciales de la antigua, pero
            topía no obstante, con sus defectos y limitaciones. Así la evolución
            se define “por una sucesión continua de topías y utopías”.  La
                                                                 29
            utopía, entonces, se piensa no como evasión de la historia, o como
            “un sueño ocioso o el resultado de un deseo quimérico para ofre-





               28   Karl Mannheim teoriza sobre tres niveles en la concepción de utopía, a
            partir de las primeras indagaciones que sobre utopía y revolución realizó Gustav
            Landauer en su obra La revolución: “el cotidiano, significando lo imposible o lo que
            no tiene probabilidad; el segundo nivel de género utópico y su estrecho vínculo
            con lo literario, de hacer una crítica a la sociedad y proponer una sociedad ideal;
            y el tercer nivel epistémico, donde la utopía se transforma en una experiencia real y
            posible”. Karl Mannheim, Ideología y utopía introducción a la sociología del conocimiento,
            España, Aguilar, 1958, p. 76.
               29   Gustav Landauer, La revolución, Barcelona, Tusquets, 1977, pp. 159 y ss.
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