Page 61 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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I. Acracia y pedagogía 63
época permite el nacimiento de ideas y valores que contienen, bajo
formas condensadas, las tendencias no realizadas y no cumplidas
que representan las necesidades de cada época. Estos elementos
intelectuales devienen entonces el material explosivo que apartará
los límites del orden existente, el cual hace nacer utopías que a su
vez rompen los lazos del orden existente, dándole la libertad de
desarrollarse en la dirección del próximo orden, es decir, la uto-
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pía tiene los elementos para una transformación, una revolución.
Con un sentido pedagógico y moral, ya que no basta sólo una crisis
económica para hacer una revolución, sino que se requiere la au-
todeterminación, la capacidad de los hombres para la transforma-
ción, entonces como núcleo aglutinante interviene la utopía, como
un medio, entre diversos, de aprehender y transformar la realidad.
Por lo tanto, la utopía nutre la epistemología del pensamiento
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ácrata comunista, no se reduce a una revolución política o social,
sino a una revolución integral que abarca todos los aspectos de la
vida de las personas, tanto en el plano social como en el individual.
No basta cambiar las estructuras políticas y socioeconómicas, tam-
33 Nettlau hacía referencia entre dos tipos de utopía: las primeras utopías
(hasta el siglo xviii) que se volvían hacia el pasado, “la Edad de Oro”, “el paraíso
perdido” y las que surgen a partir de la Revolución francesa, utopías de futuro,
que tienen una finalidad: “señalar los medios para llevar a cabo la revolución,
instaurar una sociedad más justa e igualitaria, así como describir la nueva socie-
dad liberada de la opresión capitalista”, Nettlau, Esbozo de historia de las utopías,
cit., p. 94.
34 “La epistemología de la conciencia histórica altera nuestros modos de
relacionarnos con la realidad en la medida que posibilita asumirnos como su-
jetos constructores a través de una relación y colocación ante el mundo, bajo
una exigencia de la objetividad ejercida a partir de una epistemología alterante
y, por eso, activadora de necesidad desde, con y para los demás”. Manheim, op.
cit., p. 72. A la luz de este marco desplegante, la existencialidad y la historicidad
cumplen el imperativo no solamente de lograr la transformación de la utopía
en experiencia existencial, sino también el acceso a las modalidades históricas
y epistémica, es decir, la utopía desde la modalidad epistémica se transforma en
una experiencia real y posible.