Page 85 - Maquiavelo, Nicolas. - El Principe [1513]
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nales, ya que son éstos el origen de sus violentos conflic-
tos. Y jamás estarán quietas estas facciones mientras ten-
gan cardenales; ya que éstos alimentan las banderías en
Roma y fuera de ella, y los barones se ven forzados a de-
fenderlas; y así de la ambición de los prelados nacen las dis-
cordias y tumultos entre los nobles. Su Santidad el papa
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León ha encontrado, pues, un pontificado poderosísimo;
y si sus dos predecesores lo hicieron grande con las armas,
se espera que él, con su bondad y todas sus infinitas virtu-
des lo hará aún mayor y digno de veneración.
XII
Quot sin: genera militiae
et de mercenariis militibus 1
Habiendo examinado en todos sus elementos las carac-
terísticas de aquellos principados sobre los que al princi-
pio me había propuesto hablar, consideradas en cierta me-
dida las causas de su buena o mala situación, y mostra-
dos los métodos con los que muchos han tratado de obte-
nerlos y conservarlos, me resta ahora hablar en términos
generales de los distintos tipos de ataque y defensa que en
cada uno de ellos pueden darse. Ya hemos dicho antes que
a un príncipe le conviene tener buenos fundamentos; pues
de lo contrario se verá sin remedio abocado al desastre, y
los principales fundamentos que pueden tener los estados,
tanto nuevos como viejos o mixtos, son las buenas leyes y
las buenas armas: y dado que no puede haber buenas leyes
donde no hay buenas armas2, y donde hay buenas armas
14 León X (Giovanni de Medici), elegido Papa a principios de 1513,
pocos meses anees de la redacción de este tratado. Ceremonioso homena-
je de Maquiavelo a quien espera le ayude. No fue nuestro Nicolás el único
intelectual que esperó en vano la ayuda del hijo de Lorenzo el Magnífico.
Ariosro, por ejemplo; ver Sátira lll.
1 De cuántas clases es la milicia y de los soldados mercenarios.
2 Esta necesaria unidad entre leyes y armas o como en otros lugares
dice entre «iustizia e arrni» es un concepto fundamental de Maquiavelo.
Su más coherente desarrollo en Arte della guerra, pero también en Prtn-
cipe, XXIV y en toda su obra.