Page 93 - Maquiavelo, Nicolas. - El Principe [1513]
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EL PRINCIPE   SS

      dicarte. En suma, en las mercenarias es más peligrosa la de-
      sidia, en las auxiliares la virtud  5•
        Por eso, los príncipes  prudentes  han rehuido siempre
      ese tipo de tropas, y se han valido de las propias, pref i-
      riendo perder con las suyas que vencer con las de otros, juz-
      gando que no es verdadera victoria la que se obtiene con
      armas ajenas. No dudaré jamás en alegar el ejemplo de Cé-
      sar Borja y de sus acciones. Este duque entró en la Roma-
      ña al mando de tropas auxiliares, totalmente  francesas y
      con ellas tomó Imola y Forli; pero no pareciéndole luego
      tales armas seguras, recurrió a las mercenarias, considerán-
      dolas menos peligrosas; y asoldó a los Orsini y Vitelli; y
      habiéndolas encontrado después, en la práctica, variables,
      desleales y peligrosas, las suprimió y se decidió por las pro-
      pias. Y puede verse fácilmente la diferencia existente en-
      tre tales tropas si se considera la muy distinta reputación
      obtenida por el duque cuando tenía tan sólo a los france-
      ses, cuando tenía a los Orsini y Vitelli, y cuando se quedó
      con sus soldados sostenido  únicamente  por sus propias
      fuerzas; porque, si bien su reputación iba en aumento, nun-
      ca se le estimó tanto como cuando se vio claramente que
      él era dueño absoluto de sus tropas.
        No era mi intención apartarme  de los ejemplos italia-
      nos, sobre todo recientes, pero tampoco quiero olvidar a
      Hierón de Siracusa, siendo uno de los que ames he citado6.
      Este, nombrado, como ya dije, por los siracusanos jefe de
      los ejércitos, vio enseguida que la milicia mercenaria no era
      útil, ya que sus jefes estaban hechos de la misma pasta que
      los nuestros; y sabiendo que no podía ni conservarlos ni li-
      cenciarlos, optó por hacerles descuartizar a todos y a partir
      de entonces hizo la guerra con sus propias armas y no con
      las de otros. Quiero también traer a la memoria una figura

        \  Fs evidente que militarmente son superiores las tropas auxiliares y
      por esto más peligrosas dado el riesgo político que puede acarrear su vic-
      toria, al verse el príncipe en manos de un ejército mandado por otro. En
      Discorsi, 11, 20, habla de nuevo de la cuestión, dando por sentado que a
      un caudillo ambicioso la petición de colaboración por parce de otros, le
      facilita la conquista de lo que es llamado a defender.
        0   Al final del capítulo VI.
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