Page 186 - veinte mil leguas de viaje submarino
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¡Un túnel submarino! ¡Una comunicación entre los dos mares! ¿Quién ha oído hablar de
tal cosa?
Amigo Ned respondió Conseil-, ¿había oído usted ha-blar alguna vez del Nautilus? No,
y, sin embargo, existe. Lue-go, no se alce de hombros tan a la ligera, y no rechace nada
bajo pretexto de que nunca ha oído hablar de ello.
Ya veremos replicó Ned Land, moviendo la cabeza . Después de todo, nadie desea
más que yo creer en la existen-cia de ese paso, y haga el cielo que el capitán nos conduzca
al Mediterráneo.
Aquella misma tarde, a 210 30’ de latitud Norte, el Nauti-lus, navegando en superficie, se
aproximó a la costa árabe. Pude ver Yidda, importante factoría comercial para Egipto, Siria,
Turquía y la India. Distinguí claramente el conjunto de sus construcciones, los navíos
amarrados a lo largo de los muelles y los fondeados en la rada por su excesivo calado. El
sol, ya muy bajo en el horizonte, deba de lleno en las casas de la ciudad, haciendo resaltar
su blancura. En los arrabales, las cabañas de madera o de cañas indicaban las zonas
habitadas por los beduinos.
Pronto Yidda se esfumó en las sombras crepusculares, y el Nautilus se sumergió en las
aguas, ligeramente fosforescentes.
Al día siguiente, 10 de febrero, aparecieron varios barcos que llevaban rumbo opuesto al
nuestro, y el Nautilus volvió a sumergirse, pero a mediodía, hallándose desierto el mar,
emergió nuevamente a la superficie.
Acompañado de Ned Land y de Conseil fui a sentarme en la plataforma. La costa se
dibujaba al Este como una masa esfumada en la bruma.
Adosados al costado de la canoa, hablábamos de unas co-sas y otras, cuando Ned Land, con
la mano tendida hacia un punto del mar, me dijo:
¿No ve usted nada, allí, señor profesor?
No, Ned, pero ya sabe usted que yo no tengo su vista.
Mire bien, allí, por estribor, casi a la altura del fanal. ¿No ve una masa que parece
moverse?
En efecto dije, tras una atenta observación , parece un largo cuerpo negruzco en la
superficie del agua.
¿Tal vez otro Nautilus? dijo Conseil.
No respondió el canadiense , o mucho me equivoco o es un animal marino.
¿Hay ballenas en el mar Rojo? pregunto Conseil.