Page 39 - Matilda
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haberla visto! ¡Nadie en el mundo podría dar la respuesta así, y menos una niña!
¡Usted es una tramposa, señora mía, eso es lo que es usted! ¡Una tramposa y una
embustera!
En ese momento llegó la madre llevando una gran bandeja con las cuatro
bandejas más pequeñas de la cena. Esta vez, la cena consistía en pescado frito
con patatas fritas, que la señora Wormwood había comprado en la tienda al
volver del bingo. Al parecer, el bingo de las tardes la dejaba tan agotada, tanto
física como mentalmente, que nunca tenía fuerzas suficientes para hacer una
cena casera. Así que no era una bandeja con comida preparada, sino pescado y
patatas fritas de la freiduría.
—¿Por qué estás tan colorado, Harry? —preguntó mientras dejaba la bandeja
sobre la mesita del café.
—Tu hija es una tramposa y una embustera —dijo el padre, agarrando su
plato de pescado y colocándoselo en las rodillas—. Enciende la televisión y no
hablemos más.