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EULER Y LAS ECUACIONES DIOFÁNTICAS

                      Euler hizo importantes contribuciones al estudio de las ecuacio-
                      nes diofánticas ya en el año 1735. Estas constituyen un punto cen-
                      tral  en la teoría de números.  Una ecuación diofántica es una
                      ecuación con coeficientes enteros y en la que solo se consideran
                      posibles soluciones también enteras. Su nombre proviene del ma-
                      temático griego Diofanto de Alejandría, quien fue  el primero en
                      estudiarlas.
                          Euler no fue impermeable a su encanto, ya que buena parte
                      de su empeño numérico era la resolución de problemas heredados
                      de Fermat, y Fermat sentía un atractivo irresistible por Diofanto y
                      su campo de actividades. Pero el fruto no estaba todavía maduro
                      para que Euler lo recogiera, y faltaban muchas armas poderosas
                      para abordar sistemáticamente las ecuaciones diofánticas, como
                      la geometría algebraica o las integrales elípticas, que estaban to-
                      davía en sus albores. Aunque Euler tanteó las fronteras del impe-
                      rio de Diofanto, no lo conquistó. Quizá lo más recordado en este
                      terreno sea la demostración del caso n = 3 que dio Euler del último
                      teorema de Fermat. Este establecía la imposibilidad de resolver la
                      ecuación diofántica x" + y"= z" para n ~ 3, pero Euler demostró la
                      imposibilidad para n = 3.  Parece que la demostración, que ya en-
                      contró en 1735, contenía un error, pero el propio Euler la corrigió.
                      Además, mientras estudiaba otra categoría de números confirmó
                      la solución para n = 4, que ya había establecido el propio Fermat.
                      La solución universal para cualquier n tuvo que esperar a Andrew
                      Wiles, a finales del siglo xx.
                          Euler también se interesó por la denominada ecuación  de
                      Pell, la ecuación diofántica de la forma:

                                               y2 = Ax2 +1,
                      donde A  es un número entero concreto, no una incógnita. Esta
                      ecuación fue solucionada por Lagrange, quien desarrolló amplia-
                      mente el procedimiento de las fracciones continuas investigadas
                      por Euler. Su denominación actual procede de un error de Euler,
                      quien, al parecer, confundió a John Pell (1610-1685) con el mate-
                      mático  William  Brouncker  (1620-1684),  padre universalmente






           118        SEGUNDA  ESTANCIA  EN RUSIA: EULER Y LA  TEORÍA  DE NÚMEROS
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