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LA FOTOGRAFÍA DE CARL D. ANDERSON
La detección de pequeñas partícu-
las subatómicas es posible gracias a
su carga eléctrica. Al atravesar una
emulsión líquida o gaseosa inestable,
estas partículas generan por donde
pasan una estela de-burbujas minús-
culas, análoga al rastro que dejan los
aviones en la atmósfera. En su estu-
dio de los rayos cósmicos, Anderson
observó que no todos los electrones
procedían de la radiación atmosféri-
ca, sino que algunos electrones pa-
recían dirigirse hacia ella ... ia no ser
que estos electrones fueran positi-
vos! Para· dilucidar si se trataba de
electrones negativos en trayectoria
ascendente o de un nuevo tipo de partícula, parecida al electrón pero con
carga positiva y en trayectoria descendente, Anderson interpuso una placa de
plomo en mitad de la trayectoria. Así, observó que la curvatura de la trayec-
toria de la partícula era mayor en la parte inferior, lo cual significaba que esta
había perdido energía al atravesar el plomo de arriba abajo. De este modo,
Anderson pudo afirmar que sus observaciones se correspondían con posibles
electrones positivos. En la imagen, la fotografía realizada por Anderson.
eran esas partículas y de dónde salían. Fue Paul Dirac (1902-1984),
joven físico teórico afincado en Cambridge pero en constante rela-
ción con Bohr, quien había sugerido la posible existencia de elec-
trones positivos durante su estancia en Copenhague en 1928. Allí
desarrolló una teoría cuántica para el movimiento relativista de los
electrones que, aunque complicada matemáticamente -inventó
una nueva notación que todavía se utiliza hoy en día-, predecía
bastante bien su comportamiento. El único problema de la teoría
era que proporcionaba soluciones para el comportamiento de los
electrones tanto para energías positivas corno negativas.
¿Qué significaba que un electrón tenía energía negativa? En
aquel entonces Dirac no acertó con una interpretación adecuada
126 DUELO DE TITANES: EL DEBATE EINSTEIN·BOHR