Page 31 - 18 Godel
P. 31

que era un corruptor de la juventud y utilizó su influencia, que no
        era poca, para presionar a las revistas científicas alemanas para
        que no publicaran los trabajos de Cantor.
           A pesar de la oposición inicial, con el correr de los años la
        teoría de conjuntos y el infinito en acto comenzaron a ser acepta-
        dos. ¿Por qué se produjo este cambio? ¿Logró Cantor convencer
        a Kronecker? Para responder a estas preguntas vale la pena recor-
        dar el principio de Planck, que dice que «una nueva verdad cientí-
       fica no triunfa porque convence a sus opositores y les hace ver la
       luz, sino más bien porque sus opositores terminan muriendo y una
       nueva generación crece familiarizada con ella».
           Al escribir estas palabras, Planck pensaba en la mecánica cuán-
       tica, pero bien puede aplicarse su principio a la teoría de cortjuntos.
       A fines del siglo XIX una nueva generación de matemáticos, entre
       ellos el alemán David Hilbert, empezó a ver en la teoría de Cantor
       un aporte fundamental para las matemáticas. Ya se sabe que la ju-
       ventud suele estar bien dispuesta a romper con tradiciones milena-
       rias, de modo que es probable que aquella nueva generación no se
       sintiera incómoda al romper con la visión aristotélica del infinito.
           En 1890, un año antes de la muerte de Kronecker, Cantor fue
       elegido presidente de la recién creada Unión Matemática Alemana
       y su idea de tomar la teoría de cortjuntos corno base y fundamento
       de las matemáticas comenzaba a ganar adeptos. Uno de los más
       dedicados fue el lógico alemán Gottlob Frege.




       FREGE Y RUSSELL


       Gottlob Frege nació en 1848; es decir, pertenecía a la misma gene-
       ración que Cantor, tres años mayor. Sin embargo, Frege estuvo
       entre aquellos que aceptaron la teoría de conjuntos desde el co-
       mienzo y fue,  de hecho, uno de los defensores de la idea de que
       debía servir corno base y fundamento para todo el resto de las
       matemáticas.
           Aunque  estaba de acuerdo con Cantor en su idea general,
       Frege tenía fue1tes críticas formales hacia su trabajo. Según Frege,






                                             LA CRISIS  DE  LOS FUNDAMENTOS   31
   26   27   28   29   30   31   32   33   34   35   36