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esta última. En otras palabras, se halla una solución aproximada
                     al problema de los tres cuerpos empleando lo que se sabe con
                     certeza del problema de dos cuerpos. De este modo, se expresa
                     la solución del problema real o perturbado (no lineal) como una
                     variación de la solución del problema normal (lineal).
                         El meollo de la cuestión estaba en determinar con precisión
                     la cuantía de la perturbación ( que se suponía periódica). Laplace
                     estudió detenidamente las perturbaciones que sufrían los planetas
                     en las ecuaciones, quedándose solo con sus componentes princi-
                     pales ( con los primeros términos) y despreciando los restantes,
                     por creerlos demasiado pequeños. Las soluciones halladas de esta
                     manera no eran, por tanto, exactas, solo aproximadas.  Pero la
                     posibilidad  de  obtener soluciones  útiles  mediante  un método
                     aproximado se apoyaba en los siguientes factores:


                        -   El sistema solar está dominado por el Sol, que contiene el
                            99,87% de la masa total del sistema. Esto significa que las
                            órbitas de los planetas son casi elípticas, ya que las fuer-
                            zas perturbadoras de los planetas son pequeñas en com-
                            paración con la atracción ejercida por el Sol.

                        -   Júpiter posee el 70% de la masa planetaria, y por ello in-
                            fluye sobre el resto de los planetas de un modo apreciable.
                            De modo que en el caso del sistema Sol, Júpiter y Saturno,
                            se considera que el segundo también perturba el movi-
                            miento del tercero alrededor del sistema solar. Y recípro-
                            camente,  dado  que  Saturno  es  el  segundo planeta del
                            sistema en tamaño y masa después de Júpiter.

                        -   Se sobreentiende que ni Júpiter ni Saturno perturban al
                            Sol.  Y si en lugar de  Saturno se tratase de otro planeta
                            menor, podría además despreciarse su efecto gravitatorio
                            sobre Júpiter, lo que simplifica extraordinariamente los
                            cálculos.

                        Tras su éxito con Júpiter y Saturno, a Laplace solo le quedaba
                    por explicar la anomalía del movimiento de la Luna.  Lo hizo en





         54         LA ESTABILIDAD DEL SISTEMA DEL MUNDO
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