Page 138 - Edición final para libro digital

do marcharme ahora mismo y que os defienda un letrado de oficio.
Allá vosotros.
—A ver si lo entiendo. Alguien le ha dicho a usted que estamos
aquí presos. Conoce las causas que nos trajeron hasta aquí, pero no
nos dice quien le envía. ¿Quién pagará sus servicios entonces? —le
inquirió Sabil—. Porque nosotros no podemos pagarle.
—Ya os he dicho que eso es lo de menos, nada os voy a cobrar
por ello. Pero si no colaboráis de poco servirá la voluntad de quien
me ha encargado que lleve vuestro caso.
Para nada podían imaginarse los Hasbúm que aquel inesperado
ofrecimiento pudiese tener algo que ver con su hermana, ya que
hacía años que nada sabían de ella. Finalmente, los dos palestinos
cesaron en su arrogante actitud, y optaron por aceptar la asistencia
que Kachka les ofrecía.
—Está bien, ¿Qué desea saber? —preguntó Sabil.
—Lo que ya os he dicho. Quiero que me contéis todo lo sucedi-
do. ¿Por qué intentabais pasar al otro lado por los túneles y para qué
ibais armados? Es precisamente esto último lo que más os compro-
mete. ¿Porque ya sabréis que se os acusa de terrorismo?
Aquello cogió por sorpresa a los Hasbúm, ya que ellos habían
mantenido que sus incursiones a través de los túneles no tenían más
objetivo que el contrabando. Era la primera noticia que tenían sobre
su estado legal y no les sentó nada bien saber que su situación era
mucho más complicada de lo que creyeran hasta entonces.
—Nadie nos informó de nada —dijo esta vez el joven Nabir.
—Pues de lo que se os acusa es de terrorismo, algo bastante más
grave de lo que sería el contrabando.
—Nosotros sólo nos dedicamos al contrabando. No somos terro-
ristas —mintió Sabil.
—A mí no tenéis que convencerme de ello, es al juez, en su mo-
mento, a quien deberemos persuadir.
Durante un largo rato los hermanos de Fatma estuvieron hablan-
do con David Kachka. Pero en ningún momento le reconocieron su
pertenencia a Hamás, aduciendo que las armas sólo las llevaban para
protegerse de los ladrones que solían merodear junto a los túneles.

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