Page 184 - Mucho antes de ser mujer
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Mucho antes de ser mujer
principio de mi vida. Sin embargo, qué tan distante estaba aquel
sueño de la dura realidad en la que me había introducido y a la que,
probablemente, estaba arrastrando a la propia Sara en mi absoluta
falta de sentido común y autocontrol.
—¿Entonces no has hablado con ellos en persona? —le pre-
gunté a Miguel al terminar su explicación.
—No, sólo me vio Aurelio y no podía arriesgarme a que me
descubriesen.
—¿Y desde entonces no has vuelto a llamarlos?
Miguel dudó durante un instante antes de responder a mi pre-
gunta.
—No he tenido ocasión hasta ayer mismo, si tu padre descu-
bre que tengo un móvil y que he contactado con los colegas quién
sabe lo que podría ocurrirme.
—¿Y ayer qué te han dicho?, ¿les has preguntado sobre mis
tíos?, ¿qué tal está Sara?
Era tal mi excitación en aquel momento la que preguntaba
atropelladamente queriendo conocer todos los detalles sin tener
clara cuál era la prioridad de mis intereses. Miguel se sentía pre-
sionado, casi agobiado, ante mi atolondrada curiosidad pero, sobre
todo, ante la dificultad que para él suponía comunicarme lo acon-
tecido con Tía Carmen.
—Tu tía ha fallecido —me dijo con voz casi inaudible, como
deseando que no llegase a comprender el significado de sus pala-
bras.
—¿¡Qué!? —exclamé sin poder contener el grito.
—Tranquilízate —me pidió Miguel al tiempo que me cogía
fuertemente la mano—, lo lamento mucho, pero no pueden ente-
rarse de que estamos en contacto con los de afuera, debes controlar
tus sentimientos.
Él tenía razón y, aunque me resultaba enormemente duro
controlar mis deseos de gritar, me contuve sollozando casi en
silencio.
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