Page 118 - Luna de Plutón
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hablo por todos los elfos de Titán al pedirle que, por favor, ordene retirar sus naves
de la luna hasta nuevo aviso.
—¡¡Eso no podrá ser!!
El fulminante silencio que se hizo a continuación fue atemorizante, pero la elfa no
se inmutó.
—¿Por qué?
—¡Mi señora! ¡Debemos tomar ese agua al costo que sea!
—Espero que se esté dando cuenta de que es usted entonces un ladrón, Metallus.
—¡Hohoho! ¡Prefiero ser un ladrón en esta tierra que un mal líder en mi luna!
—Si es cierto lo que usted dice, entonces me apena decir que en Iapetus impera
una cultura de criminales.
—¡Todo es política, mi querida dama, todo es política! ¡Puedo impulsar todavía
más la economía si poseo ese agua! ¡Primero pienso en mi luna! Panék hizo un mohín
de asco, mientras que los otros elfos murmuraron entre sí, enojados.
—Así que piensa usted robarnos todo por el bienestar de su luna —repuso
Marion, lentamente—, entonces tendremos que defendernos.
—¿¡Me está diciendo que piensan defenderse!? ¡¡Ridículo!! ¡Si va a pensar en el
bienestar de todos, elfa, entonces hágalo cobrando un precio! ¡Porque le aseguro que
puedo hacer que las cosas se pongan muy mal!
Panék se adelantó impetuosamente, pero Marion le puso rápidamente una mano
en el hombro.
—Iapetus tiene un líder ignorante. Ha venido ignorando la idiosincrasia élfica, e
igualmente ignora nuestra capacidad defensiva. Veamos si usted ignorará también lo
que la Hermandad Federal de Planetas Unidos tenga que decir al respecto —lo retó
ella, con sagacidad afilada en la voz.
—¡Pues hágalo, llámelos y veremos si la palabra de los elfos puede más en la
balanza de intereses política del Sistema Solar que Ogroroland!
—Dos pueden jugar el juego de la política, Metallus. Esta misma noche
comunicaremos a todos los pueblos del Sistema Solar que Titán empieza a
comercializar su agua. A todos se la venderemos a la mitad del precio que desde ya
pensamos vendérsela a usted. Cuando mañana mismo aterricen las naves sobre los
campos de Hamíl y vean lo que usted hace, le garantizo que tendrá una unión de
planetas y lunas declarándole la guerra. Supongo que después de todo, más de un
gobierno o reino, sabiendo que Iapetus tiene a alguien como usted de líder, querrá
evitar que su luna se haga una potencia más grande de lo que ya es. ¿No le parece?
El enorme ogro se quedó pasmado.