Page 229 - Luna de Plutón
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verdadero idiota, que trabaja para Osmehel Cadamaren. Gracias a él, nos apresaron.

  Pero de nada valió, porque nos hicimos cargo de los guardias en el pasillo…
       Claudia  se  secaba  una  lágrima  con  el  antebrazo;  por  primera  vez  en  su  vida,

  escuchar de otro una hazaña que hiciera enorgullecer a su padre delante de ella no

  parecía importante.

       — …dejé a Claudia en el museo de antesala al Gran Aula Magna de Reuniones de
  la  nave,  lo  recuerdo  perfectamente,  porque  ahí  estaba  la  estatua  de  nuestros

  antepasados.

       Hermoso y Precioso, que hasta ese momento habían estado distantes, vieron con

  atención a Knaach.
       —¿Y qué pasó después, peludo?

       —Claudia entró a confrontar a Gargajo, llevándose una espada en la mano.

       Todos quedaron en silencio, como un homenaje pequeño al valor de Claudia, en
  el que incluso los elfos se sintieron impresionados.

       —Espada que le clavé en un ojo, Knaach —musitó la niña—. Se la arrojé, pero

  eso no lo mató.
       —¿Qué pasó entonces?

       —Gargajo confrontó a una entidad poderosísima que vino del espacio —dijo la

  chica,  sintiéndose  extraña  cuando  Degauss  le  pidió  que  continuara—.  Ese  ser  fue

  quien aniquiló a Gargajo, con solo mover un dedo. Oigan, señores elfos, yo sé que
  por  alguna  razón,  ustedes  están  enojados  con  nosotros,  y  no  pueden  imaginarse

  cuánto  lo  siento  yo,  aunque  no  sé  de  qué  se  trata,  no  sé  nada.  Les  voy  a  decir  la

  verdad, aun cuando eso los pueda hacer enojar aún más: yo pude verle la cara a esa

  entidad que vino del universo, y me recuerda mucho a ustedes… Quien asesinó al
  emperador Gargajo era un elfo.

       Semejante declaración puso punto final a la reunión. No de manera violenta, pero

  sí con visible espasmo.












       Ya era el ocaso del día, y el cielo de Titán tenía un intenso color naranja brillante,

  con un Saturno alfombrado por nubes doradas que reflejaban la luz como un inmenso
  vórtice celestial. La brisa acariciaba el tejado de paja de todas las casas y hacía mover

  todas las cosechas de medio lado, a la vez que los elfos caminaban alrededor de las
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