Page 515 - El cazador de sueños
P. 515

Pete veía un hilo amarillo, quizá Duddits viera toda una franja amarilla, y hasta el
           camino amarillo de Dorothy en El mago de Oz.
               —Si se mete por otra carretera, nos avisas, ¿vale?

               —Vale.
               —¿Seguro que no te dormirás?
               Duddits  sacudió  la  cabeza.  A  decir  verdad,  con  los  ojos  brillándole  en  la  cara

           demacrada,  parecía  más  vivo  y  despierto  que  nunca.  Henry  pensó  que  a  veces  las
           bombillas brillaban con una misteriosa intensidad poco antes de fundirse.
               —Bueno, pero si notas que te entra sueño me avisas y paramos a por café. Te

           necesitamos despierto.
               —Vale.
               Cuando Henry empezaba a girarse hacia adelante, moviendo su cuerpo dolorido

           con la mayor precaución, Duddits dijo algo más.
               —Ezeñó Gué quere becon.

               —¿En serio? —dijo Henry, pensativo.
               —¿Qué? —preguntó Owen—. No le he entendido.
               —Dice que el señor Gray quiere beicon.
               —¿Es importante?

               —No  lo  sé.  Oye,  ¿este  trasto  tiene  radio  normal?  Es  que  me  gustaría  oír  las
           noticias.

               La radio normal estaba debajo del salpicadero y parecía recién instalada, como un
           accesorio  añadido.  Justo  cuando  iba  a  tocarla,  Owen  frenó  de  golpe  porque  se  les
           había cruzado un Pontiac (sin cadenas ni tracción en las cuatro ruedas). El Pontiac dio
           unos cuantos bandazos, y al final decidió quedarse un poco más en la carretera. En

           cuestión de segundos cogió los cien por hora (cálculos de Henry) y se alejó. Owen lo
           miraba con el entrecejo fruncido.

               —No quiero meterme, porque conduces tú —dijo Henry—, pero, si ese tío puede
           ir sin
               cadenas, ¿por qué no hacemos lo mismo? No sería mala idea ganar un poco de
           terreno.

               —Los Humvee van mejor con barro que con nieve. Hazme caso.
               —Ya, pero…

               —Además, en diez minutos le adelantaremos. Te apuesto una botellita de whisky
           bueno. O choca con la barrera y se cae por la cuesta, o se empotra en la del medio. Si
           tiene  suerte  no  dará  una  vuelta  de  campana.  Y  otra  cosa,  aunque  sólo  sea  un

           tecnicismo:  somos  fugitivos  escapando  de  la  autoridad,  y  no  podremos  salvar  el
           mundo en una cárcel de… ¡Coño!
               Les adelantó a toda leche, levantando la nieve, un Ford Explorer con tracción en

           las cuatro ruedas, pero que iba demasiado deprisa para las condiciones de la carretera




                                        www.lectulandia.com - Página 515
   510   511   512   513   514   515   516   517   518   519   520