Page 203 - La iglesia
P. 203

daba pena la situación: la temperatura entre ellos descendía, dando cada vez

               lecturas más polares.
                    Juan Antonio respondió la llamada al primer tono.
                    —Félix, tengo noticias.
                    —Entonces la entrevista ha ido bien…

                    —Mejor de lo que esperaba.
                    El  aparejador  resumió  su  conversación  con  el  padre  Agustín  hasta  la
               entrega de lo que él llamaba el grimorio. Luego le puso al corriente de sus
               revelaciones acerca de la lucha del padre Artemio contra el ente maléfico que

               infectaba la iglesia.
                    —Todo  empezó  cuando  borraron  el  círculo  mágico  que  mantenía  a  esa
               cosa prisionera. Los rituales católicos del padre Artemio la mantuvieron bajo
               control durante años, puede que la debilitaran, pero fueron insuficientes para

               derrotarla. El padre Agustín cree que ese monstruo es muy antiguo, casi tanto
               como el mismísimo Creador, y los métodos cristianos de expulsión no sirven
               contra  él  —⁠Juan  Antonio  hizo  una  pausa;  sabía  que  lo  que  iba  a  decir  a
                                                                        ⁠
               continuación  no  le  iba  a  gustar  al  padre  Félix—.  Según  las  imágenes  del
               grimorio, hay que quemar esa talla y el corazón que lleva dentro.
                    El  cura  recibió  la  propuesta  como  un  manguerazo  de  agua  helada.  Sed
               bienvenido  al  reino  del  paganismo,  vos,  que  sois  sacerdote  y  creéis  en  el
               poder de Dios sobre todas las cosas. La herejía sea con vos, arrojad vuestras

               creencias  por  el  barranco  de  la  superstición,  encapuchad  vuestra  cabeza  y
               adorad a la oscuridad.
                    —No —respondió Félix, tajante—. No vamos a destruir la talla siguiendo
               las indicaciones de un libro maldito.

                    —No  nos  queda  otra.  El  padre  Artemio  fracasó  con  los  exorcismos
               católicos.
                    —¿Y por qué no recurrió él a la hechicería?
                    —No  le  dio  tiempo:  el  padre  Agustín  escondió  el  libro  para  que  no  lo

               hiciera, y ahora se arrepiente de ello. Incluso se culpa del suicidio del padre
               Artemio…
                    —¿¡Que el padre Artemio se suicidó!? —⁠A Félix le costaba tragar cada
               cucharada de información⁠—. Creí que había fallecido de muerte natural.

                    —Su lucha le llevó a la locura y a la desesperación. Félix, la vida de mi
               hija está en peligro, y estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por salvarla.
                    —Deja  que  me  ocupe  de  esto,  Juan  Antonio.  Lo  haré  de  inmediato,  ni
               siquiera pediré permiso al obispado.







                                                      Página 203
   198   199   200   201   202   203   204   205   206   207   208