Page 112 - Las ciudades de los muertos
P. 112

en realidad! En lo sucesivo, tendría que ser firme con él, ya que no podía permitir que
           fuera  utilizando  mi  nombre  por  ahí  y,  lo  que  es  aún  peor,  representándome—.
           Pretende echaros a todos del monasterio, ¿sabes?

               —Sí, lo sé. Fue lo primero que nos dijo, después de invocar tu autoridad.
               —Mi autoridad. Vaya broma.
               —De  todas  formas,  no  tiene  importancia.  Nos  iremos  de  aquí  a  pocos  días.

           Hemos  acabado  nuestro  trabajo  y,  además,  este  lugar  es  húmedo  y  ventoso.  Es…,
           bueno, un desastre.
               Habían  acabado  el  trabajo.  Acabado.  Observé  los  restos  desparramados  de  la

           pirámide.
               —Birgit, ¿qué diablos habéis estado haciendo aquí y por qué?
               De pronto, su tono de voz se volvió cauteloso.

               —En realidad, no lo sé. Sólo he estado aquí unos días.
               —Pero la pirámide…

               La estaba presionando demasiado. Henry, que se dio cuenta, me interrumpió.
               —¿Por qué no cenas esta noche con nosotros en Benhà?
               Birgit titubeó y, luego, recuperó la sonrisa.
               —Estaré encantada.

               Henry le dio el nombre de nuestro hostal.
               —¿A eso de las siete?

               Nos estrechamos la mano y Birgit se marchó de regreso al monasterio. Ninguno
           de nosotros abrió la boca hasta que desapareció por entre los árboles. Observé a mi
           alrededor y suspiré. Todavía no era mediodía y, en cambio, la mañana había sido muy
           larga.

               —Necesitaremos fotografías de lo que han hecho con la pirámide. Tenemos que
           informar a Maspero de esto y querrá pruebas. Nadie…, nunca se había hecho una

           cosa así con anterioridad.
               Henry, sin decir palabra, se puso a trabajar, montando el trípode y preparando las
           cámaras.  Me  fui  a  dar  una  vuelta  para  inspeccionar  los  destrozos.  Unas  cuantas
           piedras  permanecían  todavía  en  su  sitio,  pero  no  demasiadas.  Henry  se  reunió

           conmigo, con el equipo preparado.
               —¿Por dónde empezamos?

               —No lo sé. Hay tantos escombros… Supongo que debemos fotografiar todo lo
           que podamos y rogar porque no nos dejemos nada importante. Me gustaría quedarme
           unos días para inspeccionar los restos, puede haber algunas inscripciones… No lo sé.

           Me temo que a estas alturas estará ya todo perdido.
               Por una vez, Henry tenía una expresión seria. La mañana también había sido larga
           para él.

               —Tómate  el  tiempo  que  necesites.  Me  gustaría  ayudarte.  Sé  que  esto  es




                                        www.lectulandia.com - Página 112
   107   108   109   110   111   112   113   114   115   116   117