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Relatos y ocurrencias de un pueblo, ALTAGRACIA. | F. V. R.
De cuando en una de esas tantas ediciones del “Canto a Altagracia”,
anunciaron a Marwin Agreda quien interpretaría un “Mocho
Hernández”
E
ntre las múltiples actividades culturales que se llevan a cabo en nuestro pueblo
(Altagracia), enmarcado dentro de la amplia programación de festividades en
honor a nuestra Patrona, Virgen de Altagracia, está el “Canto a Altagracia”, que
se efectúa todos los 4 de enero, evento en el que los hijos del pueblo con ciertas cualidades
para la composición participan con letras propias, alusivas generalmente a las costumbres
del pueblo y siempre rindiendo honores a la santa Patrona. Durante los ensayos participan
también voces aficionadas al canto, y lo más hermoso y digno de destacar es la
participación del pueblo que acude masivamente y en forma casi religiosa a aplaudir y dar
vida con su presencia a los actos, al tiempo que animan a cada uno de los participantes,
además de ser este evento cultural una oportunidad más de aprendizaje, en cuanto a los
diferentes géneros que allí se interpretan. En dicho acto se dejan oír aquellos géneros más
representativos del folclor insular, ya se trate de malagueñas, jotas, gaitas en las diferentes
modalidades (llabajera o antillana, gaita margariteña propiamente dicha), polos, galerones,
Mocho Hernández, Sabana Blanca, etc.
En una de las tantas presentaciones del evento cultural al que nos hemos venido
refiriendo, el animador, o mejor, la animadora de turno, Zulima Gómez Villarroel, con sin
igual prestancia, además de exhibir absoluto dominio del micrófono, anunció la
participación del nuevo prospecto de cantos tradicionales: Marwin Agreda, quien
intervendría cantando un “Mocho Hernández”, inspiración de su hermano José Agreda (el
Vengador), y repitió la elegante dama radiodifusora: “Con ustedes, el cantante Marwin
Agreda y letra de su hermano José Agreda, interpretará un “Mocho Hernández”, y ahí fue
cuando Cayita la de Celestina (la mujer de Chemané el de Mayocame) se acercó a su
hermana Petrica (la mujer de Chico el de Benita) y le preguntó -¡Ay, mi hermana!, ¿y quién
será ese Mocho Hernández? -¡Má!, responde Petrica con cara de ingenuidad, y ese será el
Mocho Crispín, tu suegro, mejor dicho, el que fue tu suegro porque ya se murió, acuérdate
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