Page 51 - Relatos y ocurrencias de un pueblo, ALTAGRACIA.
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Relatos y ocurrencias de un pueblo, ALTAGRACIA. | F. V. R.
que él era el papá de Chemané, tu marido. ¡No, mijita!, ese hombre se llamaba Crispín
Rodríguez, si es verdad que le decían el Mocho Crispín, pero él era de apellido Rodríguez,
así que no puede ser, argumentó Cayita, muy resueltamente. -¡Ahhhh!, si no es el Mocho
de Choro, ese sí puede ser, dijo Petrica en voz bajona. -¡Tampoco!, le advirtió Cayita
tajantemente, acuérdate que Choro era de apellido Marcano y Petrica, quien fue mamá del
Mocho era de los Cayuya, y esa gente es de apellido Rojas, así que ese Mocho mecánico,
no es el Mocho Hernández, le advirtió Cayita a su hermana. -Bueno, mi hermana, prosiguió
Cayita aun confundida, la verdad es que ya ese muchacho, hijo del Chalanero, terminó su
canta y yo aquí reventándome mi cabeza buscando ¡quién diablos será ese tal Mocho
Hernández!
-¡Ahhhh, ya sé!, también puede ser aquel Mocho de la calle de allá arriba, al que
llamaban El Mocho de Mamatina, sostuvo Cayita con mucho optimismo, ese Mocho le
atendió por mucho tiempo la bodega a Carlos Wettel, el hombre de Publia la de Facho
Tovar”, aseguró Cayita, casi convencida de su argumento.
-¡Pues, no, no señor!, la contradijo su hermana Petrica, ese Mocho, hijo de
Mamatina, no puede ser, porque según me decía mi mamá, Celestina Q.E.P.D., ese señor
tenía por nombre Eusebio Romero y lo llamaban en el pueblo el Mocho de Mamatina, ese
señor, agregaba Petrica, que según Celestina, mi mamá Q.E.P.D, se decía en el pueblo que
había perdido un brazo pescando con una dinamita allá en Colombia, y así fue que quedó
mocho para siempre… además, según la historia que nos contaba Celestina, mi mamá
Q.E.P.D, él, antes de irse a pescar para Colombia, procreó un hijo con una mejor de nombre
Evangelista, la de Rosa Villarroel, ese muchacho era conocido en el pueblo como Tunano,
cuyo nombre propio es Justiniano, así, mi hermana, que yo sé toda esa historia, aseveró
Petrica, ese no es ningún Mocho Hernández ni mucho menos, prosiguió la mujer de Chico
el de Benita, ese mocho no es el mismo Mocho Hernández al que se refirió ese hijo del
Chalanero y Mildre Coromoto en su canta.
Para aquellas dos hermanas (Cayita y Petrica, las dos hijas de Celestina) sólo faltaba
un Mocho del pueblo, a quien debían dedicarle cierto análisis, para descartar, o no, si ese se
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