Page 55 - Relatos y ocurrencias de un pueblo, ALTAGRACIA.
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Relatos y ocurrencias de un pueblo, ALTAGRACIA. | F. V. R.



                  pausado y muy sereno. -Es más, por si fuera poco, decía aquel joven recién egresado de la

                  escuela  para  maestros  Miguel  Suniaga,  la  otra  obra  que  ha  influido  en  más  de  uno  de
                  nosotros  es  Las  fuerzas  morales.  La  discusión  seguía  con  aquel  puñado  de  jóvenes

                  estudiantes a la expectativa de cada uno de los argumentos esgrimidos, ya que el tema les
                  resultaba por demás interesante, amén de la pasión  que cada uno  de los participantes le

                  imprimía a su intervención.


                         Ya  entradas  algunas  horas  de  la  noche,  serían  poco  más  o  menos  las  8:30  pm,
                  cuando pidió la palabra Goyo González (Goyo el de María Jacinta), considerado como el

                  pico  e’  plata  del  grupo  y  con  su  voz  de  gallego  con  buena  audiencia,  se  expresó:  -
                  Compañeros, los dos o tres amigos que me antecedieron en el uso de la palabra, tal vez

                  tengan razón porque sus explicaciones han sido  muy bien argumentadas, es decir, tienen

                  mucho valor, pero estos compañeros, Jesús, Hilario y Héctor, se han olvidado de mencionar
                  aquí  al  genio  de  la  literatura  universal  Don  Miguel  de  Cervantes  Saavedra  y  su

                  trascendental Don Quijote de la Mancha, obra clásica de la literatura del mundo hispano
                  hablante..  Hubo  aplausos  por  la  brillante  exposición  de  Goyo,  tan  efusivos  fueron  los

                  aplausos que Goyo arrancó de aquel inquieto público que repentinamente se disolvió la tan

                  pedagógica  e  interesante  discusión  que  aquella  noche  del  mes  de  abril  se  suscitó
                  informalmente en una de las salas del Centro Social Andrés Eloy Blanco.


                         Y ahora ¿qué hacer?, había suficiente energía acumulada en cada uno de aquellos
                  jóvenes estudiantes, por lo que cada uno buscaba qué inventar para distraerse, por ejemplo:

                  Pastorcito  y  Pablo  Rojas,  hermanos,  quienes  no  participaron  en  tan  fructífera  discusión

                  literaria porque el uno, entusiasmadamente se disponía a despedir a la joven Flor Ordaz,
                  quien, algo desesperada, le argumentaba tener que retirarse ya que eran casi las 9:30 de la

                  noche  y  aunque  el  siguiente  día  sería  sábado,  no  asistiría  a  clases,  tenía  que  marcharse

                  porque además de la hora, andaba sola y era algo lejos, tenía que ir hasta la calle de allá
                  arriba,  donde  vivía  con  su  abuela  Valentina  Ordaz;  mientras  tanto,  su  hermano,  Pastor,

                  quien  tampoco  había  participado  en  aquella  peña  literaria  que  se  efectuó  en  el  Centro
                  Social, estuvo muy entretenido en amena conversación con Leonidas Mata, hija de Miguel

                  Mata y nieta de Cleta Lárez. Por otra parte, Froilán Montaner (Lango el de Lucrecia) vino a
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