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Relatos y ocurrencias de un pueblo, ALTAGRACIA. | F. V. R.
trataba del fulano Mocho Hernández, título de aquella canción que ya había interpretado
Marwin Agreda.
Solamente, según ellas, no habían mencionado al Mocho de Vita Julia y es por lo
cual, Petrica, casi saltando, expresa: -¡Ahhh!, ya sé, ¡ya lo tengo!, ese es el Mocho de Vita
Julia, ¡ese sí es!, prosiguió Petrica; pero Cayita, quien es algo menor que su hermana, le
advierte: -No, mujer, ese muchacho se llama Lelis Gamboa, el viene siendo hermano de
Chupía, o sea de Jesús María Gamboa, el hombre de María de las Nieves, así que el Mocho
de Vita Julia tampoco es ese mocho de la canta de Marwin.
Pero muy cerca de aquellas dos buenas mujeres, hermanas por lo demás,
consecuentes y asiduas asistentes al evento que en honor a la santa Patrona Virgen de
Altagracia se celebra anualmente todos los 4 de enero en las adyacencias de la plaza don
Miguel Marín, muy cerca de ellas, se encontraba Gabriel “Lucho” Gómez, quien, como el
que no quiere la cosa, había presenciado y escuchado toda aquella angustia de las dos
hermanas por saber quién era por fin el Mocho Hernández. Lucho decide, antes de subir a
la tarima donde debía participar en el canto con una composición con letra y música de su
propia inspiración, como de costumbre, opta por acercarse a las dos hermanas y
dirigiéndose a ambas, muy gentilmente y con mucho respeto, no sin antes sacar uno de los
pañuelos que habitualmente usa, Lucho se dirige a ellas: -Perdonen, amigas, si ustedes me
lo permiten, con todo respeto yo puedo aclararles ahora mismo la duda que tienen acerca
de qué se trata el Mocho Hernández, y Lucho, frotándose su rostro con uno de los dos
pañuelos que habitualmente usa, les explica: -El Mocho Hernández no es otra cosa que un
género musical, creado en honor a un personaje de la historia de Venezuela. Él participó en
la llamada Batalla de Queipa, enfrentando al gobierno de Ignacio Andrade en aquella
época, igualmente enfrentó a Joaquín Crespo, en rechazo al fraude de aquel año (1897), con
el cual pretendieron desconocer a su partido liberal. Así que ese género musical no se
refiere a ningún Mocho de nuestra población en particular, explicaba Lucho, además, creo
recordar que su nombre completo fue José Manuel Hernández, y aquellas dos atentas damas
ante las explícitas palabras de Lucho claman al unísono: -¡Ay, mijo, tú has sido muy gentil
con nosotras, la verdad es que uno todos los días aprende algo nuevo, expresó Petrica (la
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