Page 168 - Deepak Chopra - Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo.
P. 168

168

                    RESULTADOS DE LA CONCIENCIA              RESULTADOS DE LA CONCIENCIA
                    LIGADA CON EL TIEMPO                     ATEMPORAL
                    envejecimiento                           libertad, autonomía
                    entropía                                 juventud
                    confusión                                conocimiento de la realidad
                    fatiga                                   energía ilimitada
                    represión                                emociones liberadas
                    sensación de ser víctima                 expansión más allá del cuerpo y el yo
                    ansiedad de separación                   paz
                    conflicto                                poder
                    pesar, tristeza                          armonía
                    encierro en el yo y el cuerpo            gozo
                    miedo
                    muerte

            Todos experimentamos aspectos de ambas realidades porque nuestra conciencia es fluida: puede
         traernos devastadores momentos de pesar y miedo y maravillosos instantes de paz y poder. Puede
         elegir  entre  identificarse  con  las  limitaciones  de  un  cuerpo  físico  y  un  yo  egoísta  o  liberarse  en  la
         trascendencia  y  la  expansibilidad.  Esta  flexibilidad  es  el  verdadero genio de la conciencia humana,
         pues deja todas las posibilidades abiertas. Sin embargo, obviamente hay grandes ventajas en vivir de
         modo permanente en la conciencia atemporal.
            Los maestros espirituales de la India creen que el espíritu humano tiene una tendencia natural a
         buscar  una  libertad  y  una  satisfacción  sin  límites.  Como  la  Corriente  del  Golfo,  que  se  abre  paso
         invisiblemente  a  través  del  Atlántico,  la  mente  humana  contiene  ocultas  corrientes  que  impulsan
         nuestros pensamientos y emociones hacia una realidad superior. En la India esto recibe el nombre de
         dharma, antigua palabra sánscrita que se puede traducir de diversas maneras. Significa ley, orden,
         deber  y  conducta  correcta.  El dharma de  una  persona  es  su  trabajo  o  su  profesión;  también  es  la
         responsabilidad  para  con  su  familia,  el propósito superior de su vida y el ideal espiritual con el que
         está comprometido.
            La raíz de dharma es un verbo que significa «sostener». En su sentido más amplio, dharma es lo
         que  sostiene  al  individuo, la fuerza orientadora que pone orden en el caos. Por lo tanto, la manera
         última de evitar la entropía, el envejecimiento y la muerte es vivir en dharma. El universo evoluciona
         porque  lo  guía  la  corriente  de dharma; es  la  inteligencia  invisible  que  teje  la  trama  de  la  vida.  La
         conciencia humana es capaz de tocar directamente el dharma, de conectarse con él y guiar de ese
         modo   su  propia  evolución.  Esto,  finalmente,  es  lo  que  nos  hace  humanos:  no  sólo  evolucionamos,
         sino que guiamos nuestra propia evolución. Dharma no es un conjunto de enseñanzas religiosas, sino
         una verdadera fuerza que se puede descubrir y utilizar.
            En la siguiente sección En la Práctica veremos cómo se puede lograr esto, pues con orientación
         nuestra  inteligencia  interior  puede  crear  un  estado  permanente  de  cuerpo  sin  edad  y  mente  sin
         tiempo.   Todos   experimentamos    momentos     en  que   la  paz,  el  poder  y  el  amor  surgen
         espontáneamente,    sólo  para  desaparecer.  Lejos  de  ser  fortuitas,  estas  entradas  y  salidas  de  la
         realidad  reflejan  la  capacidad  de  la  mente  de  mantener  su  curso,  pues  si  se  sigue  el dharma sin
         cesar, la paz, el amor y el poder no tienen fin. Son los resultados naturales del tiempo más natural de
         conciencia: la atemporalidad.
            El  gran  gozo  de  escribir  este  libro  fue,  para  mí,  tomar  un  tema  cargado  de  miedo  (el
         envejecimiento) y convertirlo en vehículo de plenitud. Los seres humanos no estamos atrapados en el
         tiempo, estrujados en el volumen de un cuerpo y la duración de una vida. Somos viajeros en el infinito
         río de la vida. Eso es lo que Cristo quería decir al aconsejar: «Sed en el mundo, pero no de él.» Eso
         es lo que Carlos Castañeda aprendió de donjuán al escribir: «Había desaparecido su sensación de
         desapego, que era lo que le había dado el poder de amar. Sin ese desapego sólo tenía necesidades
         mundanas, desesperación y desesperanza: los rasgos distintivos del mundo cotidiano.»
            Aunque con frecuencia identificamos el amor con el aferrarse y la posesión, existe aquí una verdad
         profunda: perder el poder del desapego equivale a perder la capacidad de amar. El desapego no es
   163   164   165   166   167   168   169   170   171   172   173