Page 116 - Manual Monitor Escolar
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DESARROLLO SOCIAL Y EMOCIONAL
Cuando el alumnado llega a la escuela con tres años, tiene que
hacerse un hueco entre sus iguales, para ellos es un cambio importante
porque deben adaptarse a participar en un grupo de forma más o
menos organizada.
Con cuatro años, pasan del juego paralelo a la interacción de
jugar junto a otros con el juego cooperativo, empiezan a colaborar.
El alumnado es más curioso y le gusta experimentar
sensaciones y situaciones a través del juego cooperativo. Pueden
negociar ante conflictos.
Entre los cuatro y cinco años pueden entender el dolor que le
produce un acto suyo a otra persona porque puede empezar a ponerse
en su lugar, empiezan a desarrollar la empatía.
Entre los cinco y siete años, les gusta mucho pasar tiempo con
sus iguales y buscan esa interacción no solo en la escuela sino también
fuera de la misma. Destaca en este momento el sentido de ser
competente, que poco a poco se va desarrollando y se mantiene hasta
los diez años, tanto en los juegos como en el desarrollo escolar en la
medida en que rinde adecuadamente en las tareas. También se
desarrolla la competitividad entre iguales.
Poco a poco los iguales se van convirtiendo en el primer apoyo
emocional y las relaciones entre ellos ayudan al aprendizaje de
cooperación, resolución de conflictos, autonomía moral y el desarrollo
de pertenencia de un grupo.
En relación con el desarrollo emocional, a los cuatro años apenas
son capaces de controlar las emociones, pero se puede apreciar que
son capaces de alejarse de una situación que les causa una emoción
negativa para hacer algo que le cause una positiva, como jugar tras un
enfado para dejar de estar enfadados.
Es habitual en el alumnado de entre seis y doce años la
autoconfianza en el alumnado, así como la ansiedad ante situaciones
frustrantes que poco a poco, irá aprendiendo a controlar.
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