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CAMINO DE SERVIDUMBRE
Muchas de sus ilusiones han sido abandonadas también por sus líderes y,
en todas partes, como también en los Estados Unidos, su nombre ha perdido
gran parte de su atractivo. Sin duda habrá movimientos menos dogmáticos,
menos doctrinarios y menos sistemáticos que intentarán recuperar el nombre.
Pero una discusión centrada únicamente en aquellas concepciones esquemá-
ticas de reforma social,que caracterizan al movimiento socialista del pasado,
podría parecer hoy una lucha contra los molinos de viento.
Sin embargo, aunque el socialismo radical es probablemente cosa del
pasado, algunas de sus concepciones han penetrado tan profundamente en
toda la estructura del pensamiento corriente que justifican la complacencia
de los socialistas. Si son pocos en el mundo occidental los que ahora quie-
ren rehacer la sociedad desde sus fundamentos según ciertos proyectos idea-
les, son muchos en cambio los que siguen creyendo en medidas que, aunque
no estén destinadas a remodelar completamente la economía, en su efecto
agregado pueden sin duda producir sin querer ese resultado. Más aún que
en el momento en que escribí este libro, la defensa de unas medidas políti-
cas que,a largo plazo,no pueden conciliarse con la preservación de una socie-
dad libre no es ya cuestión de un solo partido. El revoltijo de ideales mal
reunidos y a menudo incoherentes, que bajo el nombre de Welfare State ha
reemplazado en gran parte al socialismo como objetivo de los reformado-
res, requiere una gran atención para ver si sus resultados no son muy seme-
jantes a los generados por el socialismo propiamente dicho. Esto no quiere
decir que algunos de sus objetivos no sean también viables y encomiables.
Pero hay muchas maneras en las que podemos trabajar a favor del mismo
objetivo y, en la situación actual, existe el peligro de que la impaciencia con
que consideramos los resultados inmediatos puede llevarnos a elegir instru-
mentos que, aunque acaso más eficientes para alcanzar fines particulares,
no son compatibles con la preservación de una sociedad libre. La creciente
tendencia a confiar en la coacción administrativa y en la discriminación cuando
una modificación de las normas jurídicas generales podría, acaso más lenta-
mente, alcanzar el mismo objetivo, y el recurso al control directo del Estado
o a la creación de instituciones monopolísticas donde en cambio el empleo
juicioso de motivaciones financieras podría suscitar esfuerzos espontáneos,
sigue siendo una poderosa herencia del periodo socialista,que probablemente
influirá sobre la política durante mucho tiempo.
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