Page 179 - Biografia
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Jorge Humberto Barahona González



               Cuando sufrí el accidente en mi mano izquierda (leer capitulo “Accidente en Sasaima”),
            me acompaño en todo momento, para que no se afectara el contrato que yo tenía en
            Bavaria. Siempre realizo las gestiones económicas y psicológicas, entre el círculo social
            donde nos desenvolvíamos. Para este ángel, lo que más le preocupaba, era mi calidad
            de vida, aquí debo destacar el apoyo incondicional que recibí de Henry Perdomo (amigo
            de Jaime), quien me dijo: “Los amigos de Jaime son mis amigos y usted no puede
            dormir en la calle, por eso ya hable con la señora,la dueña de la casa donde vivo,
            para que le permita quedarse unos quince días, mientras yo le consigo empleo


            (y así fue), lo único que le exijo, es que usted se acueste en la colchoneta de ul-
            timo y en las mañanas, se levante de primero, correcto…?” y así fue. Jaime se ha
            comportado conmigo como un hermano incondicional, siempre he obtenido apoyo de
            él, como siempre me dice: “Siempre cuente conmigo huev… que, si yo puedo ayu-
            darle, nunca le fallare…” y así lo ha hecho. Apreciaba demasiado a mi madre, desde
            que se lo presenté, ella lo había acogido en mi casa, podía llegar a la hora que fuera y
            era bien recibido. Yo quede gratamente agradecido con el gesto de despedida que hizo
            ante mi familia, en las exequias de mi madre en la iglesia san Diego. Sé que este ángel
            que, a pesar de estar distanciados por nuestros trabajos, cuento con él para todo.


               Contar con amigos como usted, es gratificante, salud… y gracias… un millón de gra-
            cias…!


            LINE, LEONEL, ÉDGAR, CRISTIAN,


                           RUBY PATRICIA Y DALIA






               Line, la esposa del tío pacho (hermano de mi padre), de “mi pachito”, como ella le
            decía, este ángel es la dulzura en pasta (mi tía política de oro), desde muy niño le he
            tenido aprecio, cariño y afecto muy especial. En la crisis que viví, cuando mi vida pa-
            recía una montaña rusa, Line, cuando iba para su trabajo, paso por la pieza del barrio
            Boyacá, donde por fin logre estabilizar y organizar mi vida, y me llevo un espectacular
            desayuno, que era mi único alimento diario. Como si fuera poco, Ruby Patricia, mi pri-
            ma hermana mayor, hija de Line, estuvo siempre pendiente del lavado y planchado de
            mi ropa.


               Yo creo que la familia Barahona Duran, hizo reunión interna para ponerse de acuer-
            do, en la atención y ayuda psicológica que necesitaba, para que no me sintiera solo y
            desprotegido, en este trance tan amargo de mi vida. De vez en cuando, para que no me
            golpeara tanto la soledad, organizaban en su casa, reuniones familiares de cumplea-
            ños o fin de año y me preparaban sopas y platos especiales, que Line sabe hacer, con
            su sazón inconfundible.


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