Page 330 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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Las sesiones de canto religioso 319
camino es el más noble de los caminos, pues si no lo cree, aspirará a
algo más noble, siendo así que no existe nada que lo sea más, ya que
su camino es el de los ángeles y vicegerentes de Dios, es decir, sus
profetas y enviados, y el característico de los santos y servidores de
Dios que más cerca de El están. Ahora bien, todos estos grupos son
los más entendidos de la creación en las ciencias divinas, que son las
más nobles e ilustres de todas las ciencias.
Sea modesto y humilde en el mirar, sin volver los ojos ni levantar-
los del suelo. Los sufíes, efectivamente, abominan de todo exceso en
el mirar, lo mismo que abominan de todo exceso en el hablar, hasta
el punto de que, si se les preguntase qué cara tiene su compañero de
clase, no sabrían qué responder. ¿Cómo, por lo tanto, habrían de po-
der responder, si se les preguntase qué cara tiene su maestro? [95].
Los novicios, efectivamente, deben estar ante sus maestros como si
fuesen ladrones sorprendidos por la autoridad, es decir, llenos de te-
mor por el castigo, pero al modo que dijo el poeta:
"Como si un ave de mal agüero se cerniese sobre sus cabezas,
Llenos de temor, mas no por un peligro que les amenace, sino de temor
reverencial."
Y asimismo hay que decir de sus movimientos y de sus palabras:
no deben moverse, sino para actos obligatorios por ley o para obras
de virtud, y no más.
Si por acaso ocurriera que el novicio asistiese alguna vez con
su maestro a una sesión de canto religioso (en lo cual obrará mal
el maestro permitiéndole asistir con él a tales sesiones), es preci-
so que el novicio, si le viene alguna iluminación, no se mueva por
ella en manera alguna (1), mientras conserve un átomo de concien-
cia, a no ser que la pierda en absoluto y no se dé cuenta ni de que
él existe, ni de la sesión en que está, ni de la gente que en ella hay,
ni del murmullo del cantor, ni de realidad alguna física, pues si se
mueve en este estado de inconsciencia extática, su movimiento ya no
procede de él mismo, sino de algo ajeno a él, es decir, procede de la
(1) Alude al movimiento de ponerse en pie, característico del éxtasis.