Page 465 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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454        Parte III.—Textos: Fotuhat,  III, 46, 47
        tinguen de quienes no lo son, a los ojos del vulgo, por su vida austera
        y mortificada, por su devoción [46] y virtudes y por  el apartamiento
        en que viven de todo trato social. En esa distinción tienen ya su re-
        compensa. Los sufíes distínguense asimismo de los que no lo son, a
        los ojos del vulgo, por sus pretensiones de taumaturgia, es decir, por-
        que presumen poseer  el don de la discreción de espíritus,  el de ser
        oídos de Dios en sus plegarias,  el  de convertir cualquier cosa en
        manjar y  el de hacer toda clase de milagros. No  se guardan de
        manifestar exteriormente ninguno de estos carismas que puedan con-
        tribuir a que las gentes conozcan  el trato íntimo de que gozan con
        Dios. Y  esto, porque, según  ellos pretenden, no ven en  las cosas
        más que a Dios. Pero, en realidad, muchas verdades de  la ciencia
        espiritual se ocultan a sus  ojos, y  el estado en que viven  es bien
       poco propicio para que se libren de la ilusión y  el engaño. Los ma-
       lamies, en cambio, no se distinguen, por signo alguno, de cualquie-
        ra persona del vulgo y por eso viven ignorados y su condición es la del
       común de las gentes.
          Ese nombre  especial  de malamíes  se  les  aplica por dos mo-
        tivos:  1.° A  los  discípulos  se  les  aplica,  porque  constantemente
       se vituperan y  reprenden  a  sí mismos en  la  presencia  de  Dios,
        convencidos de que ninguno de sus actos se inspira en la recta y pura
       intención de servirle, y, por lo tanto, de ninguno de sus actos se sien-
        ten satisfechos y alegres, ya que la alegría espiritual por las propias
        acciones no cabe, sino después de saber que han sido aceptas a los
        ojos de Dios, y esto queda oculto a la penetración de los que tan sólo
        son discípulos. 2.° En cuanto a líos que ya son maestros en esta vía,
       se les aplica el dicho nombre de malamíes, porque ocultan a las gen-
        tes sus estados místicos y su alto rango a los ojos de Dios. Y esto
       es así, porque ellos ven que si las gentes vituperan y reprenden ciertos
       actos, es únicamente porque creen que no son los actos humanos efecto
        de solo Dios, sino de los sujetos que parece los realizan, y por eso
       hacen las gentes recaer sobre éstos el vituperio y el reproche. Mas  si
        el veüo que cubre su vista interior se descorriese y vieran que los actos
        todos son de Dios solo, no harían objeto de sus censuras a la persona
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