Page 500 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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Fin del amor físico: la unión 489
una unión sensible, es decir, aproximación perceptible por los senti-
dos, que es lo que dice aquel verso
Unión de cuerpo con cuerpo.
Tal es el fin en que se consuma el amor físico, sea cualquiera la
especie de dicha unión: si es, v. g., la unión sexual del matrimonio, el
animal refiere concretamente eso que ama a un ser cualquiera; y des-
pués tiende a conseguir la realización de eso que ama, y busca y ansia
apasionadamente al sujeto aquel determinado, en el cual ha de mani-
festarse el objeto de su amor, aunque dicho objeto no podrá manifes-
tarse, sino mediante ambos [el amante y el sujeto amado], porque se
trata de una relación entre dos; y lo mismo puede decirse cuando el
objeto amado, la unión, es el abrazo, el beso, el trato familiar, etc.
Es, pues, ya evidente que lo amado es la unión con una cosa cual-
quiera, existente en muchos o pocos sujetos; y que esa cosa—a pesar
de las varias especies (trato familiar, conversación, beso, abrazo, etc.)
que presenta según lo exige la naturaleza del amante y la del sujeto
en que la cosa amada ha de realizarse—es siempre y exclusivamente
una sola y la misma en sí (el amor [443] de la unión), aunque de es-
pecies diferentes (la conversación, el estrecho abrazo, el beso), reali-
zadas éstas en uno solo o en muchos sujetos. Por consiguiente, no cabe
que el amante ame dos cosas en modo alguno, pues el corazón no es
capaz de contenerlas.
Y si dijeres que esa incapacidad será verdad cuando el amante es
criatura, pero no cuando es Dios, puesto que el Profeta dice "El os
ama", y, por tanto, Dios ama a muchos, responderemos que el amor
es una palabra que expresa un concepto intelectual, pues aunque el
amor sea algo imposible de definir lógicamente, sin embargo, se le
percibe y se le conoce por experiencia psicológica. No es, por tanto,
cosa ignorada. Lo que hay es que es difícil formarse de él un concepto
adecuado. Por otra parte, ignoramos la relación de ese concepto res-
pecto de Dios, porque no hay cosa alguna que a Dios se le asemeje.
Luego al decir tú antes "pero no cuando el amante es Dios", has lan-
zado una aserción gratuita, porque eso no puede decirlo, sino quien co-