Page 234 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker
—Una llave no es nada —le dije—, puede haber dupli
cados; y de todas maneras, no es muy difícil abrir un candado de
esa clase.
Mi maestro no dijo nada, sino que guardó la llave en su
bolsillo. Luego me dijo que vigilara un lado del cementerio mien
tras él vigilaba el otro. Ocupé mi lugar detrás de un árbol de tejo,
y vi su oscura figura moviéndose hasta que las lápidas y los
árboles lo ocultaron a mi vista.
Fue una guardia muy solitaria. Al poco rato de estar en
mi lugar escuché un reloj distante que daba las doce, y a su
debido tiempo dio la una y las dos. Yo estaba tiritando de frío,
muy nervioso, y enojado con el profesor por llevarme a semejan
te tarea y conmigo mismo por haber acudido. Estaba demasiado
frío y demasiado adormilado para mantener una aguda observa
ción, pero no estaba lo suficientemente adormilado como para
traicionar la confianza del maestro; en resumen, pasé un largo
rato muy desagradable.
Repentinamente, al darme vuelta, pensé ver una franja
blanca moviéndose entre dos oscuros árboles de tejo, en el ex
tremo más lejano de la tumba al otro lado del cementerio; al
mismo tiempo, una masa oscura se movió del lado del profesor y
se apresuró hacia ella. Luego yo también caminé: pero tuve que
dar un rodeo por unas lápidas y unas tumbas cercadas, y trope
cé con unas sepulturas. El cielo estaba nublado, y en algún lugar
lejano un gallo tempranero lanzó su canto. Un poco más allí,
detrás de una línea de árboles de enebros, que marcaban el
sendero hacia la iglesia, una tenue y blanca figura se apresuraba
en dirección a la tumba. La propia tumba estaba escondida entre
los árboles, y no pude ver donde desapareció la figura. Escuché
el crujido de unos pasos sobre las hojas en el mismo lugar don
de había visto anteriormente a la figura blanca, y al llegar allí
encontré al profesor sosteniendo en sus brazos a un niño tierno.
Cuando me vio lo puso ante mí, y me dijo:
—¿Está usted satisfecho ahora?
—No —dije yo en una manera que sentí que era agresi
va.
—¿No ve usted al niño?
—Sí; es un niño, pero, ¿quién lo trajo aquí? ¿Está heri
do?
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