Page 314 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker
en el anuncio para todos los informes. No deseaba parecerle
demasiado ansioso a mi informador, ni dejar que adivinara de
masiado, por lo cual, luego de darle las más cumplidas gracias,
me alejé. Estaba oscureciendo y la noche otoñal estaba errán
dose, de modo que no quise perder el tiempo. Después de bus
car la dirección de Mitchell, Sons & Candy en un directorio tele
fónico de Berkeley, me dirigí inmediatamente a sus oficinas, que
se encontraban en Sackville Street.
El caballero que me recibió tenía unos modales particu
larmente suaves, pero no era muy comunicativo. Después de
decirme que la casa de Piccadilly, que en nuestra conversación
llamó "mansión", había sido vendida, consideró que mi interés
debía concluir allí. Cuando le pregunté quién la había comprado,
abrió los ojos demasiado y guardó silencio un momento antes de
responder:
—Está vendida, señor.
—Excúseme —dije, con la misma cortesía—, pero tengo
razones especiales para desear saber quién adquirió ese edifi
cio.
Volvió a hacer una pausa bastante prolongada y alzó las
cejas todavía más.
—Está vendida, señor —volvió a decir, lacónicamente.
—Supongo que no le importará darme esa información
—insistí.
—Pero, ¡por supuesto que me importa! —respondió—.
Los asuntos de nuestros clientes son absolutamente confiden
ciales en manos de Mitchell, Sons & Candy.
Estaba claro que se trataba de un pedante de la peor
especie y que no merecía la pena discutir con él. Pensé que
sería mejor enfrentarme a él en su propio terreno y le dije:
—Sus clientes, señor, tienen suerte de tener un guardián
tan resuelto de sus confidencias. Yo mismo soy un profesional
—al decir esto le tendí mi tarjeta—. En este caso, no estoy in
teresado en este asunto por curiosidad: actúo por parte de lord
Godalming, que desea saber algo sobre la propiedad que creía
que, hasta últimas fechas, se encontraba en venta.
Esas palabras hicieron que las cosas tomaran otro cariz.
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