Page 377 - Drácula
P. 377

Drácula de Bram Stoker



                                   Del diario de Mina Harker
                         5 de octubre, a las cinco de la tarde. Reunión para escu
                  char informes. Presentes: el profesor van Helsing, lord Godal
                  ming, el doctor Seward, el señor Quincey Morris, Jonathan Har
                  ker y Mina Harker.
                         El doctor van Helsing describió los pasos que habían
                  dado durante el día, para descubrir sobre qué barco y con qué
                  rumbo había huido el conde Drácula.
                         —Sabíamos que deseaba regresar a Transilvania. Esta
                  ba seguro de que remontaría la desembocadura del Danubio; o
                  por alguna ruta del Mar Negro, puesto que vino siguiendo esa
                  ruta. Teníamos una tarea muy difícil ante nosotros. Omne igno
                  tum pro magnifico; así, con un gran peso en el corazón, comen
                  zamos a buscar los barcos que salieron anoche para el Mar
                  Negro. Estaba en un barco de vela, puesto que la señora Mina
                  nos habló de las velas en su visión. Esos barcos no son tan im
                  portantes como para figurar en la lista que aparece en el Times
                  y, por consiguiente, fuimos, aceptando una sugestión de lord
                  Godalming, a Lloyd's, donde están anotados todos los barcos
                  que aparejan, por pequeños que sean. Allí descubrimos que sólo
                  un barco con destino al Mar Negro había salido aprovechando
                  las mareas. Es el Czarina Catherine y va de Doolittle Wharf con
                  destino a Varna, a otros puertos y, luego, remontará por el río
                  Danubio.
                         "Entonces", dije yo, "ese es el barco en que navega el
                  conde." Por consiguiente, fuimos a Doolittle's Wharf y encontra
                  mos a un hombre en una oficina tan diminuta que el hombre
                  parecía ser mayor que ella. Le preguntamos todo lo relativo a las
                  andanzas del Czarina Catherine. Maldijo mucho, su rostro se
                  enrojeció y su voz era muy ríspida; pero no era mal tipo, de to
                  dos modos, y cuando Quincey sacó algo del bolsillo y se lo en
                  tregó, produciendo un crujido cuando el hombre lo tomó y lo
                  metió en una pequeña billetera que llevaba en las profundidades
                  de sus ropas, se convirtió en un tipo todavía mejor, y humilde
                  servidor nuestro. Nos acompañó y les hizo preguntas a varios
                  hombres sudorosos y rudos; esos también resultaron mejores
                  tipos cuando aplacaron su sed.
                         Hablaron mucho de sangre y de otras cosas que no en
                  tendí, aunque adiviné qué era lo que querían decir. Sin embargo,
                  nos comunicaron todo lo que deseábamos saber.




                                             376
   372   373   374   375   376   377   378   379   380   381   382