Page 382 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker
po que su cerebro, puesto que pudo comprobar cuán acertado
había estado en sus suposiciones. Lo había hecho solo, absolu
tamente solo, saliendo de una tumba en ruinas, situada en una
podrá
tierra olvidada. ¿Qué no hacer cuando el ancho mundo del
pensamiento le sea abierto? Él, que puede reírse de la muerte,
como lo hemos visto, que puede fortalecerse en medio de epi
demias y plagas que matan a todos los individuos a su alrede
dor... ¡Oh! Si tal ser procediera de Dios y no del Diablo, ¡qué
fuerza del bien podría ser en un mundo como el nuestro! Pero
tenemos que librar de él al mundo. Nuestro trabajo debe llevarse
a cabo en silencio, y todos nuestros esfuerzos deben llevarse a
cabo en secreto. Puesto que en esta época iluminada, cuando
los hombres no creen ni siquiera en lo que ven, las dudas de los
hombres sabios pueden constituir su mayor fuerza. Serán al
mismo tiempo su protección y su escudo, y sus armas para des
truirnos, a nosotros que somos sus enemigos, que estamos dis
puestos a poner en peligro incluso nuestras propias almas para
salvar a la que amamos... por el bien de la humanidad y por el
honor y la gloria de Dios.
Después de una discusión general, se llegó a estar de
acuerdo en que no debíamos hacer nada esa noche; que debe
ríamos dormir y pensar en las conclusiones apropiadas. Maña
na, a la hora del desayuno, debemos volver a reunirnos, y des
pués de comunicar a los demás nuestras conclusiones, debe
mos decidirnos por alguna acción determinada...
Siento una maravillosa paz y descanso esta noche. Es
como si una presencia espectral fuera retirada de mí. Quizá...
Mi suposición no fue concluida, ya que vi en el espejo la
roja cicatriz que tengo en la frente, y comprendí que todavía
estoy estigmatizada.
Del diario del doctor Seward
5 de octubre. Todos nos levantamos temprano, y creo
que haber dormido nos hizo mucho bien a todos. Cuando nos
reunimos para el desayuno, reinaba entre nosotros una anima
ción como no habíamos esperado nunca volver a tener.
Es maravilloso ver qué elasticidad hay en la naturaleza
humana. Basta que una causa de obstrucción, sea cual sea, sea
retirada de cualquier forma, incluso por medio de la muerte, para
que volvamos a sentir la misma esperanza y alegría de antes.
Más de una vez, mientras permanecimos en torno a la mesa, me
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