Page 385 - Drácula
P. 385

Drácula de Bram Stoker


                  alivio. La señora Harker envió un mensaje, por mediación de su
                  esposo, diciendo que no iba a reunirse con nosotros entonces,
                  puesto que estaba convencida de que era mejor que nos sintié
                  ramos libres para discutir sobre nuestros movimientos, sin la
                  molestia de su presencia. El profesor y yo nos miramos uno al
                  otro durante un breve instante y, en cierto modo, ambos nos
                  sentimos aliviados. Por mi parte, pensaba que si la señora Har
                  ker se daba cuenta ella misma del peligro, habíamos evitado así
                  un grave peligro y, sin duda, también un gran dolor. Bajo las
                  circunstancias, estuvimos de acuerdo, por medio de una pregun
                  ta y una respuesta, con un dedo en los labios, para guardarnos
                  nuestras sospechas, hasta que estuviéramos nuevamente en
                  condiciones de conversar a solas. Pasamos inmediatamente a
                  nuestro plan de campaña. Van Helsing nos explicó de manera
                  resumida los hechos:
                         —El Czarina Catherine abandonó el Támesis ayer por la
                  mañana. Necesitará por lo menos, aunque vaya a la máxima
                  velocidad que puede desarrollar, tres semanas para llegar a
                  Varna, pero nosotros podemos ir por tierra al mismo lugar en
                  tres días. Ahora bien, si concedemos dos días menos de viaje al
                  barco, debido a la influencia que tiene sobre el clima el conde y
                  que nosotros conocemos, y si concedemos un día y una noche
                  como margen de seguridad para cualquier circunstancia que
                  pueda retrasarnos, entonces, nos queda todavía un margen de
                  casi dos semanas. Por consiguiente, con el fin de estar comple
                  tamente seguros, debemos salir de aquí el día diecisiete, como
                  fecha límite. Luego, llegaremos a Varna por lo menos un día
                  antes de la llegada del Czarina Catherine, en condiciones de
                  hacer todos los preparativos que juzguemos necesarios.

                         Por supuesto, debemos ir todos armados... Armados
                  contra todos los peligros, tanto espirituales como físicos.
                         En eso, Quincey Morris añadió:
                         —Creo haber oído decir que el conde procede de un
                  país de lobos, y es posible que llegue allí antes que nosotros.
                  Por consiguiente, aconsejo que llevemos Winchesters con noso
                  tros. Tengo plena confianza en los rifles Winchester cuando se
                  presenta un peligro de ese tipo. ¿Recuerda usted, Art, cuando
                  nos seguía la jauría en Tobolsk? ¡Qué no hubiéramos dado en
                  tonces por poseer un fusil de repetición!
                         —¡Bien! —dijo van Helsing—. Los Winchesters son muy
                  convenientes. Quincey piensa frecuentemente con mucho acier



                                             384
   380   381   382   383   384   385   386   387   388   389   390