Page 402 - Drácula
P. 402

Drácula de Bram Stoker


                  mo siempre: "Choques de olas y ruidos del agua", aunque aña
                  dió que "las olas eran muy suaves". Los telegramas de Londres
                  habían sido exactamente los mismos de siempre: "No hay más
                  informes." Van Helsing está terriblemente ansioso y me dijo hace
                  unos instantes que teme que el conde esté huyendo de noso
                  tros. Añadió significativamente:
                         —No me gusta ese letargo de la señora Mina. Las almas
                  y las memorias pueden hacer cosas muy extrañas durante los
                  trances.
                         Me disponía a preguntarle algo más al respecto, pero
                  Harker entró en ese momento y el profesor levantó una mano
                  para advertirme de ello. Debemos intentar esta tarde, a la puesta
                  del sol, hacerla hablar un poco más, cuando esté en su estado
                  hipnótico.

                                   28 de octubre. Telegrama.

                         Rufus Smith, Londres, a lord Godalming,
                         a cargo del H. Vicecónsul inglés en Varna
                         "Señalan que Czarina Catherine entró en Galatz hoy a la
                  una en punto."

                                  Del diario del doctor Seward

                         28 de octubre. Cuando llegó el telegrama anunciando la
                  llegada del barco a Galatz, no creo que nos produjo a ninguno
                  de nosotros el choque que era dado esperar en aquellas circuns
                  tancias. Es cierto que ninguno de nosotros sabíamos de dónde,
                  cómo y cuándo surgiría la dificultad, pero creo que todos espe
                  rábamos que ocurriera algo extraño. El día en que debería haber
                  llegado a Varna nos convencimos todos, individualmente, de que
                  las cosas no iban a suceder como nos lo habíamos imaginado;
                  solamente esperábamos saber dónde ocurriría el cambio. Sin
                  embargo, de todos modos, resultó una sorpresa. Supongo que la
                  naturaleza trabaja de acuerdo con bases tan llenas de esperan
                  za, que creemos, en contra de nosotros mismos, que las cosas
                  tienen que ser como deben ser, no como deberíamos saber que
                  van a ser. El trascendentalismo es una guía para los ángeles,
                  pero un fuego fatuo para los hombres. Van Helsing levantó la
                  mano sobre su cabeza durante un momento, como discutiendo
                  con el Todopoderoso, pero no dijo ni una sola palabra y, al cabo
                  de unos segundos, se puso en pie con rostro duro. Lord Godal




                                             401
   397   398   399   400   401   402   403   404   405   406   407