Page 106 - Mitos y cuentos egipcios de la época faraónica (ed. Gustave Lefebvre)
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110       MITOS Y CUENTOS EGIPCIOS DE LA ÉPOCA FARAÓNICA


       Digamos ya que su discurso no va a ser una profecía en el sentido que
    se da a esta palabra en los textos hebreos; se vincula en realidad con un
    género literario, muy del gusto de los egipcios, en el cual, por convención,
    el autor expone acontecimientos dramáticos o de particular importancia,
    pertenecientes al pasado, pero como si aún estuvieran por acontecer. Así
    es como hemos escuchado al mago Djedi, en el cuarto cuento de Westcar
    (1. 9,10), «predecir» el advenimiento de los reyes de la dinastía V. En vir­
    tud de la misma  convención, Virgilio, que escribía  bajo  Augusto, podía
    hacer «predecir» al padre de Eneas los gloriosos destinos de Roma y has­
    ta la muerte de Marcelo (Aen., 6, 679-892).
       Así Neferrohu, traspasando cuatro siglos con el pensamiento, ofre­
    ce al rey una descripción dramática del final del Imperio Antiguo y de
    esta época atormentada conocida por los historiadores bajo el nombre
    de «Primer Período  Intermedio»2,  marcado  por la invasión extranjera,
    graves  turbulencias  y  una  auténtica  revolución  social.  Otra  composi­
    ción, posiblemente contemporánea de la nuestra y que muestra también
    el aspecto de una predicción, las Advertendas de un Sabio Egipcio3, nos ha
    dejado también un cuadro teñido de sombríos colores con relación a es­
    tos  trágicos  tiempos.  ¿Qué  se  proponían  estas  obras  que  se  llaman
    proféticas?  Su  objetivo  era  sin  duda  prevenir a  aquellos  que  tenían la
    responsabilidad del poder contra semejantes calamidades y obligarles a
    extraer del  pasado  una  enseñanza  para  el  futuro.  Vana  precaución;  la
    historia jamás ha enseñado a ningún pueblo:  El Imperio  Medio termi­
    na exactamente como el Antiguo, y un «Segundo Período Intermedio»
    forma pareja, en Egipto, con aquél que había descrito con horror Ne­
    ferrohu4.
       Sin embargo, éste no pensaba que hubiera que asumir pasivamente los
    acontecimientos.  Se indigna  contra los  que  se  abandonan  a una indife­
    rencia culpable, no llorando siquiera las desgracias del país y rehusando
    plantar enérgicamente cara al hostil destino  (1.  20-22). Tras  este preám­
    bulo, Neferrohu  entra  en trance.  Describe los  acontecimientos  futuros
    como los ve  desarrollarse ante él  (1.  26); incluso parece que en un mo­
    mento dado participa en persona (1. 34-35). A veces en su narración mez-

       2   E l  « P rim e r P e r ío d o  In te r m e d io »  se  e x tie n d e  d e sd e  lo s  ú ltim o s a n o s  d e P e p i U   (h a cia  e l 2 3 0 0 )
    h a sta   el  fin a l d e   la  d in a stía  X I   (h acía  2 0 6 5 ). C fr . D rio to n -V a n d ire ,  L ’Egypte,  cit.,  p p .  2 1 3   y  s.  [N .  d e l
    T .:  U n a   sín te sis  e n   c a s te lla n o   s o b r e   lo s  p r o b le m a s   d e   e ste   p e r ío d o   p u e d e   v e r s e   e n . J.  M .  S k r r a -
    Ν Ό , « E l  P rim e r  P e r ío d o   I n te r m e d io   e n   E g ip to » ,  Revista de Arqueología 1 3 9   ( 19 9 2 )   p p .  1 2 - 2 3   y  14 0
    ( 19 9 2 )   p p .  8 - 18 .]
       ·*  A .  H .  G a r d i n r r ,   The Admonitions of an Egyptian Sage,  L e ip z ig ,  19 0 9 .  E l   m a n u sc r ito ,  q u e
    d a ta   d e   la   d in a s tía   X I X ,   d e b e   s e r  c o p ia   d e   u n   o rig in a l  q u e   se   re m o n ta   a l  I m p e r io   M e d io .
       4   [N .  d e l  T .:  A m a r g a   r e fle x ió n   d e   L e f e b v r e ,  so r p r e n d e n te   e n   u n   h is to ria d o r,  y   q u e   se ría
    c o m o   m ín im o   d is c u tib le .  N o   e s  é ste , sin   e m b a r g o , e l  sitio .  R e c o r d e m o s   s o la m e n te   q u e   e sta   o b ra
    se   g e s ta   e n   la   é p o c a   d e   la   S e g u n d a   G u e r r a   M u n d ia l,  q u e   p a r a   lo s   fra n c e s e s   fu e   e n   m u c h o s   a s ­
    p e c t o s   u n a   r e p o s ic ió n   d e   la   G r a n   G u e r r a ,  y   q u e   e n   e sta   sa n g r ie n ta   c o n tie n d a   e l  p r o p io   L e f e b v -
    re   p e r d ió   a   u n   h ijo   e n   el  fre n te .]
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