Page 63 - Cuentos del derecho… y del revés. Historias sobre los derechos de los niños
P. 63

completo.


               —¡El árbol de...! ¡Las pantuflas de...! ¡Hola, soy... y es mi cumpleaños! —Se
               relamía pensando en otros ejemplos en los que podría usar su nuevo nombre.


               —¡De acuerdo! —dijo y estiró una mano enguantada.


               Caterina la estrechó por reflejo.


               —¿De acuerdo qué?


               —¡Vamos a encontrarme un nombre! ¡Un nombre fantástico!


               Caterina comprendió que había sellado un pacto y se asustó un poco, pero sabía
               que ya no podía echarse atrás. Pensó durante un rato.


               —A ver, ¿nunca has probado elegir un nombre tú mismo?

               —He tratado muchas veces, pero nunca le gustó. Creo que sospechó que estaba
               haciendo trampa y se puso a zumbar como loco.


               —¿Y si pruebo yo? A ver... ¿Martín... Emiliano... Pablo...?


               Caterina enumeró veinte nombres, y cada vez el niño negaba con la cabeza y
               daba la impresión de que algo invisible le vibraba en la panza.


               —Primero te daremos un buen nombre. Luego ya veremos cómo darte apellidos.


               —Los apellidos no me importan. Solo quiero un nombre fenomenal.


               Se rieron.


               En ese momento el reloj de la iglesia de la plaza dio las tres.


               —Mi mamá va a matarme. Tengo que irme —dijo descendiendo rápidamente—.
               ¿Estarás aquí mañana?


               El niño volvió a sonreír. Se veía que pronto conseguiría hacerlo con gran talento.


               —¿A la misma hora?
   58   59   60   61   62   63   64   65   66   67   68