Page 56 - Fantasmas, espectros y otros trapos sucios
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—¿Cómo es eso?
—Sí, fíjate bien, don Carmelo llega a los pueblos, engatusa a la gente con los
espectromex y después, de algún modo convierte a todos en fantasmas, saquea
las casas y al final se lleva a los habitantes fantasmizados en guajes, para usarlos
después de carnada en otro pueblo ¡es un negocio redondo!
—Eso es espantoso —sollozó Pablito temblando violentamente.
—Y te apuesto que debe de estar planeando hacer lo mismo en Rincón de
Garnica.
A Pablito le entró una tembladera que Edmunda tuvo que darle una bofetada
para sacarlo del pasmo, después los dos niños corrieron de regreso rumbo a su
pueblo, con el presentimiento de que quizá era demasiado tarde.