Page 102 - El Bosque de los Personajes Olvidados
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molestia—. ¿Quieres decir que en todo un año ése es tu mejor plan: esperar?
—No sólo he esperado —respondí elevando la voz, pues no estaba
acostumbrado a que me hablaran en ese tono—. En este bosque, Anjana, el
tiempo no pasa como en tu palacio; aquí los meses son difusos, nuestras acciones
parecen más lentas. No olvides que aún somos espectros. Para ti es más sencillo
porque ya estás definida en la mente de un escritor y, de hecho, tu presencia
acelera más las cosas. Créeme que he puesto cuánto hay de mí en idear un plan,
pero un solo paso en falso podría hacer que Rigardo venga a mí y me vuelva
piedra o sapo o árbol, y jamás podría ayudarte. Tú te enfrentas a la magia oscura
más poderosa de nuestro mundo —aseveré mientras Anjana contenía un
comentario y bajaba la mirada, pues parecía darse cuenta de las implicaciones
reales de nuestra misión. Luego proseguí—: Hablé con el Príncipe Arcoíris y me
contó que los rumores apuntan a que, para que a su escasa edad Rigardo domine
el arte de la supresión de sueños, debe estar emparentado con la familia de las
Hadas Oscuras, ya que los hechiceros de linaje no místico, procedentes de brujas
y magos, no poseen esa cualidad.
—Y entonces ¿por qué le llaman mago oscuro si es descendiente de las hadas?
—Ésa es la cosa, que otros rumores apuntan a que, al parecer, se denomina a sí
mismo mago para despistar sobre su origen y que así no se conozcan sus
debilidades.
—¿Cómo?
—Verás: en nuestro mundo hay debilidades para toda clase de poder. Brujas y
magos son expertos en la manipulación de elementos físicos: pueden volar
mediante herramientas mágicas, transformarse en otras criaturas o transformar a
otros, crear terremotos, ciclones, incitar rayos de sol y demás. Digamos que si
quieres tener alas o piernas en lugar de cola de pez, ellos son la opción. Pero esas
habilidades los vuelven vulnerables a ataques provenientes de espadas, lanzas,
flechas y otras armas de batalla. A diferencia de ellos, las hadas y otros seres
dotados de magia mística, como elfos, gnomos y duendes, son expertos en
manipular entornos emocionales; ellos pueden otorgar dones como la felicidad,
el amor, alterar la percepción de la belleza en los demás y algunas otras rarezas.
Y aunque no poseen gran resistencia física ni son muy efectivos en un combate
directo, atacarlos corpóreamente resulta arriesgado, pues acarrea maldiciones;
por ejemplo, matar a un hada que da felicidad puede hacer que su esencia