Page 124 - El Bosque de los Personajes Olvidados
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dándose ánimos entre ellos, y me aproximé para devolverles sus cosas. La

               espada sí que pesaba.

               —¡No te acerques! —gritó el príncipe.


               —Y entonces, ¿cómo te devuelvo esto? Es peligroso arrojar algo tan afilado —le
               respondí mostrándole su espada—. Además, no te queda el papel de Príncipe
               Valiente, pues a él le sale mejor que a ti.


               La pareja se quedó patidifusa. Tras intercambiar una mirada y asentir con la
               cabeza, ambos se acercaron lentamente. Yo les ofrecí sus pertenencias y la
               princesa me dio las gracias.


               —No deberías hallarte en este lugar: es peligroso —me advirtió.


               —No veo por qué —le respondí.


               —Aquí habita el terrible mago oscuro Rigardo —dijo el príncipe en tono
               solemne.


               —¡Oh, ya veo! —fingí sorpresa, sólo para ver cuántas falsedades más decían
               sobre el noble mago.


               —¿No sientes ahora que tus sueños más próximos te abandonan? —preguntó la
               princesa con una mueca compungida.


               —No, la verdad no.


               Ambos volvieron a poner tal cara de tontos que yo apenas podía dar crédito a
               que hubieran llegado hasta allí.


               —¿Cómo es posible? —dijo el joven verde con el rostro descompuesto—.
               ¿Acaso eres uno de sus aliados? —me interrogó mientras se interponía entre la
               princesa y yo.


               —No, no lo soy —respondí resuelto—, pero no siento que mis sueños más
               próximos me abandonan porque los dejé hace buen rato por allá —agregué
               señalando la bruma a mis espaldas.


               —¡¿Qué?! —expresaron al unísono.
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