Page 155 - El Bosque de los Personajes Olvidados
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contenerlas en sus manos: formó con ellas una esfera que simulaba ser el sol.

               Después, con sólo mirar unas rocas, éstas se levantaron del sueño y comenzaron
               a girar alrededor de la esfera, como planetas en torno a una estrella.

               —El poder no es suficiente, Ilene —me dijo con voz seria—. Una sola de tus

               exhalaciones podría hacer arder una villa, una sola de tus lágrimas congelaría la
               cascada más grande y, hasta donde sé, uno solo de tus sueños alimentaría la
               imaginación de una generación entera de humanos. Pero el poder no es nada si
               no sabes controlarlo a plenitud.


               Los ojos de la bruja cambiaron, se volvieron terribles, gélidos. La estrella que
               tenía en la mano resplandeció aún más, y las rocas giratorias se movieron más,
               más y más rápido, hasta acercarse al núcleo de fuego y terminar ardiendo en su
               interior. Poco a poco se volvieron cenizas flotantes que se integraron a la
               oscuridad de la noche. La falsa estrella centelleó con tal intensidad que pareció
               sufrir antes de apagarse en la suave mano de la bruja.


               —Lo que te ofrezco es aprender, es sabiduría.


               —No creo que un ser como tú se moleste en venir hasta aquí a cambio de nada
               —le dije.


               La bruja se alejó un poco, contempló los troncos calcinados de mi valle, respiró
               hondo y sonrió tenuemente.


               —Quienes tenemos poder solemos estar condenados a la soledad. Hay historias
               que narran finales felices, pero son falsas. La felicidad es un don que ni los
               portadores de la magia mística pueden otorgar con precisión, Ilene. ¿Sabes por
               qué? —no esperó mi respuesta—. Porque para que una criatura sea feliz sin
               importar su clan debe saber lo que eso significa, y ésa es una de las dudas
               perpetuas del universo, una que tiene tantas respuestas como vidas hay.


               ”Yo sé que un gnomo ha venido a ti, un sirviente al cuidado de un ser que, como
               tú, tiene más poder del que imagina, incluso más que yo, y te ha incitado a
               esperar, a creer en un futuro mejor que el presente, pero te repito que eso no
               basta para terminar la guerra que se avecina en caso de que falle algo en la
               línea del destino, en caso de que, otra vez, el corazón de los humanos sienta
               miedo frente a lo que no comprende.


               ”¿Sabes que hay una nueva princesa en nuestro mundo, futura esposa del
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