Page 75 - Hasta el viento puede cambiar de piel
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—Sí —respondí intrigada.


               —Profesora, ¿qué significa esa pulsera? —se atrevió a indagar mi amiga.


               —Todavía nada.


               En ese momento me hubiera gustado tener el sello de mi maestra, así me hubiera
               colocado mis anteojos y habría sabido si ella estaba mintiendo, pues algo en mi
               profundo yo me decía que esa pulsera sí significaba algo.
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