Page 54 - La desaparición de la abuela
P. 54

con voz muy suave y dulce, que, como por arte de magia, iba repitiéndose por un

               altavoz en diferentes idiomas, dijo a todos:

               —Les presento a Rodrigo, que de hoy en adelante, según me han informado, se
               llamará Juan Manuel.


               Todos los presentes aplaudieron contentos y se pusieron a cantar en un idioma
               extraño, pero Rodrigo no escuchaba nada, sólo pensaba que toda esa gente
               estaba loca, que en ningún lado había chicos de su edad ni tampoco ningún niño

               y ¡que no tenían porqué cambiarle el nombre!

               Muy disgustado, trató de replicar y decir que no estaba de acuerdo con eso y que
               se llamaba y se llamaría Rodrigo hasta la eternidad, pero no tuvo tiempo. La

               gente lo rodeó y lo llevó entre cánticos rarísimos a otro salón en el que había
               manjares colocados en largas mesas con largos e impecables manteles. La gente
               se olvidó de él y se dirigió con frenesí a tomar los platos, acomodados en
               grandes pilas, para servirse toda la comida que se les antojase.


               Rodrigo, aunque tenía el estómago vacío porque no había probado bocado, no
               tenía ningún apetito. Lo que tenía era miedo y muchas ganas de salir corriendo
               de ahí. Sin embargo, se quedó paralizado contemplando a esa gente que comía
               con gran entusiasmo y en medio de una algarabía sin grandes aspavientos,
               podríamos decir que con una algarabía en voz baja.


               La mujer del trigal lo invitó a comer y él fingió hacerlo, pues no tenía ganas.


               De pronto, Rodrigo se dio cuenta de algo muy importante: conforme la gente iba
               consumiendo la comida, iba relajándose y sonriendo con mayor beatitud y,
               además, iba quedándose callada. Todas las personas dejaban de hablar.


               ¡Entonces Rodrigo entendió lo que ocurría!


               ¡Toda esa gente estaba drogada! ¡No se habían dado cuenta de que los
               narcotizaban a través de la comida y por eso era que él estaba en sus cinco
               sentidos! ¡Porque no había probado alimento desde el día anterior!
   49   50   51   52   53   54   55   56   57   58   59