Page 58 - La desaparición de la abuela
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pero como todo estaba en absoluto silencio pudo identificar de dónde provenía.
Por fin, llegó hasta una puerta idéntica a todas las demás y pegó el oído a ella.
¡Entonces escuchó claramente una canción que reconoció de inmediato!
Rodrigo sintió que el corazón le brincaba en el pecho ¡porque esa canción era la
que le cantaba su abuela cuando era niño! ...al octavo mes ríes con cinco
azahares, con cinco diminutas ferocidades... con cinco dientes, como cinco
jazmines adolescentes...
Sin reflexionar, abrió la puerta de golpe y ahí, en una mecedora, una mujer, con
los ojos cerrados, se balanceaba sin dejar de cantar.