Page 36 - La otra cara del sol
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tanto:






               ...gigante


               rosa rubia


               siempre


               hirviendo de fuego,


               siempre

               consumiéndote


               encendido,


               cocina


               cenital,


               párpado


               puro,


               colérico y tranquilo,


               fogón y fogonero...





               Mamá habría dicho que el sol del crepúsculo era en realidad “colérico”.


               Después de releer a Neruda volví los ojos a mis dos poemitas. Había algo en
               ellos que me gustaba, pero me di cuenta de que le había dado mucha importancia
               a la rima. Ya veré si tengo el valor de mostrárselos a Ismael en junio.






               DESDE QUE ISMAEL se fue no tengo con quien hablar de las cosas que
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