Page 27 - Esquilo - Πέρσαι ♦ Los persas
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τίνες κατῆρξαν, πότερον Ἕλληνες, μάχης,                       griegos? ¿O mi hijo, lleno de orgullo por el gran
        ἢ παῖς ἐμός, πλήθει καταυχήσας νεῶν;                          número de sus navíos?

        ΑΓ. ἦρξεν μέν, ὦ δέσποινα, τοῦ παντὸς κακοῦ                   MENSAJERO.  —  Comenzó, Señora, todo  el
        φανεὶς ἀλάστωρ ἢ κακὸς δαίμων ποθέν.                          desastre, al  aparecer, saliendo de algún sitio, un
        ἀνὴρ γὰρ Ἕλλην ἐξ Ἀθηναίων στρατοῦ  355                       genio vengador o alguna perversa deidad. 355 Sí;
        ἐλθὼν ἔλεξε παιδὶ σῷ Ξέρξῃ τάδε,                              vino  un  hombre griego del ejército de los
        ὡς εἰ μελαίνης νυκτὸς ἵξεται κνέφας,                          atenienses y dijo a tu hijo Jerjes  [ ]  que, a la llegada
                                                                                                  31
        Ἕλληνες οὐ μενοῖεν, ἀλλὰ σέλμασιν                             de la oscuridad de la negra noche, no
        ναῶν ἐπανθορόντες ἄλλος ἄλλοσε                                permanecerían allí los griegos, sino que saltarían a
        δρασμῷ κρυφαίῳ βίοτον ἐκσωσοίατο.   360                       los barcos de remeros que tienen las naves y cada
                                                                      cual por un sitio distinto, 360 procurando ocultarse
                                                                      al huir, intentarían salvar la vida.
        ὁ δ’ εὐθὺς ὡς ἤκουσεν, οὐ ξυνεὶς δόλον                        Él, inmediatamente que lo hubo oído, sin advertir
        Ἕλληνος ἀνδρὸς οὐδὲ τὸν θεῶν φθόνον,                          el engaño del hombre griego ni tampoco la envidia
        πᾶσιν προφωνεῖ τόνδε ναυάρχοις λόγον,                                     [ ]
                                                                                   32
        εὖτ’ ἂν φλέγων ἀκτῖσιν ἥλιος χθόνα                            de los dioses   , comunicó esta orden a todos los
        λήξῃ, κνέφας δὲ τέμενος αἰθέρος λάβῃ,   365                   que eran capitanes de barco: 365 cuando dejase el
                                                                      sol  de  alumbrar  con  sus  rayos  la  tierra  y  las
        τάξαι νεῶν στῖφος μὲν ἐν στοίχοις τρισίν,
        ἄλλας δὲ κύκλῳ νῆσον Αἴαντος πέριξ,                           tinieblas  ocuparan el sagrado recinto del cielo,
                                                                      formaran en tres líneas el grueso de la escuadra y
        ἔκπλους φυλάσσειν καὶ πόρους ἁλιρρόθους.
                                                                      el resto (368) de las naves dispusieran en círculo
                                                                      alrededor de la isla de  (367)  Ayante, con la

        ὡς εἰ μόρον φευξοίαθ’ Ἕλληνες κακόν,                          finalidad de evitar la salida de barcos enemigos y
                                                                      vigilar las rutas rugientes por el oleaje; así, si
        ναυσὶν κρυφαίως δρασμὸν εὑρόντες τινά,   370
        πᾶσιν στέρεσθαι κρατὸς ἦν προκείμενον.                        intentaban los griegos esquivar su funesto destino,
                                                                      370 una vez que hallaran un medio de huir con las

                                                                      naves sin que se advirtiera, tenían a su alcance el
                                                                      dejar sin cabeza a todo enemigo.
        τοσαῦτ’ ἔλεξε κάρθ’ ὑπ’ εὐθύμου φρενός·
        οὐ γὰρ τὸ μέλλον ἐκ θεῶν ἠπίστατο.                            Tan graves órdenes Jerjes dictó por haberse dejado
                                                                      llevar de su corazón confiado en exceso, pues no
        οἱ δ’ οὐκ ἀκόσμως, ἀλλὰ πειθάρχῳ φρενὶ
        δεῖπνόν ‹τ’› ἐπορσύνοντο, ναυβάτης τ’ ἀνὴρ   375              sabía el porvenir que le iba a llegar de los dioses.
                                                                      Ellos, entonces, no con espíritu de indisciplina, 375
        τροποῦτο κώπην σκαλμὸν ἀμφ’ εὐήρετμον.
        ἐπεὶ δὲ φέγγος ἡλίου κατέφθιτο                                sino con alma dócil al jefe, estuvieron haciendo la
                                                                      cena y los marineros atando  los remos a los
        καὶ νὺξ ἐπῄει, πᾶς ἀνὴρ κώπης ἄναξ
        ἐς ναῦν ἐχώρει πᾶς θ’ ὅπλων ἐπιστάτης·                        escálamos, que a los toletes bien se ajustaban. Pero,
                                                                      cuando la claridad del sol se extinguió y  ya la
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                                                                      noche se estaba acercando, todo marino señor  [ ]
        τάξις δὲ τάξιν παρεκάλει νεὼς μακρᾶς,   380                   de remo fue entrando en su nave y también todo el
        πλέουσι δ’ ὡς ἕκαστος ἦν τεταγμένος.                          que había  de luchar con las armas.  380  En cada
        καὶ πάννυχοι δὴ διάπλοον καθίστασαν                           larga nave los bancos de remeros iban animándose
        ναῶν ἄνακτες πάντα ναυτικὸν λεών.                             entre sí, y todos navegaban en el puesto asignado,
                                                                      y a lo largo de toda la noche los jefes de las naves
                                                                      hicieron que toda la gente marinera preparase la
                                                                      travesía.


       31  Cuenta HERÓDOTO (VIII 75) que Temístocles envió a Sícino para aconsejar a Jerjes que cortara la retirada a la flota griega
       mediante un bloqueo. La finalidad de Temístocles era obligar por este medio a los persas a combatir en aguas donde la
       maniobra les resultase difícil.
       32  Así suele expresarse la actitud de los dioses para con el hombre que, sin ser consciente de sus limitaciones humanas,
       incurre en conducta desmesurada.
       33  Esta expresión enfática, en lugar de «remero», se comprende mejor, si se tiene en cuenta la importancia que adquirió la
       marinería tanto en el aspecto técnico de la guerra —la escuadra fue, a partir de Temístocles, el principal instrumento de
       dominio que tuvo Atenas—, como en el político: la flota siempre apoyó la democracia.
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